Por años hemos participado en la entrega de distinciones que concede el movimiento sindical a trabajadores por su labor sobresaliente durante dos décadas o más, y nunca pensamos en que ese mecanismo pudiese fallar.
La entrega de esos reconocimientos ha estado afectada por el déficit de materias primas para su fabricación, se reconoció en una de las comisiones que sesionaron durante el XX Congreso de la CTC, y todavía persiste el problema.
De manera aislada alguna que otra carta ha llegado a Buzón abierto con ese planteamiento, que ahora hace suyo la enfermera Elena Cárdenas Otaño, del Sistema Integrado de Urgencias Médicas en La Habana.
Por el motivo antes expuesto, hace más de 10 años que en su centro no entregan la distinción Manuel Fajardo, que otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.
La remitente confiesa que no entiende esa situación. Recalca la importancia que tiene dicho estímulo, mucho más ahora cuando la lucha político-ideológica adquiere mayor connotación.
Tal vez habrá quienes piensan que no importan, pero no es cierto. Los merecedores lo reclaman y desean recibirlo, pues resulta un modo mediante el cual ven reconocidos su servicio al pueblo, reflexiona Cárdenas Otaño, quien vale aclarar fue condecorada en su momento.
Su misiva motiva a la reflexión. El atraso en la entrega de las distinciones afecta a los afiliados en todos los sindicatos. Quizás es ocasión de pensar un modo más “económico” para motivar a miles de trabajadores. Dejar correr el tiempo desmotiva, desalienta… no solo a los que van terminando la vida laboral, también a los que comienzan.