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Construcciones sismorresistentes en Santiago de Cuba: De lo dicho al hecho

Las alianzas entre el Cenais y otros organismos han facilitado la edición de materiales didácticos de gran utilidad.
Las alianzas entre el Cenais y otros organismos han facilitado la edición de materiales didácticos de gran utilidad.

 

Desde tiempos inmemoriales  los santiagueros saben que  su terruño es el de mayor  riesgo sísmico del país.  Si bien no han dejado que tal  amenaza les opaque la alegría ni  los planes de presente y futuro, el  tema gravita sobre el día a día de  los que habitan este suroriental territorio,  de ahí que sean muchos los  que ponen pensamiento y acción en  función de prever los riesgos y reducir  las vulnerabilidades que acompañan  a los terremotos de gran intensidad.

En lo que a construcciones respecta,  en especial las estatales, el  tema nunca ha dejado de tener prioridad  con un enfoque multidisciplinario,  integrando a ingenieros,  arquitectos, inversionistas, técnicos,  obreros a pie de obra, e incluso  otros especialistas, quienes proyectan  y ejecutan cada una de las etapas  de las nuevas edificaciones con  total responsabilidad, a sabiendas  del peligro sísmico que se cierne sobre  Santiago de Cuba.

Pero nadie piense que tal visión  solo se concreta en el ámbito estatal  y que las acciones que se realizan  por esfuerzo propio quedan desprotegidas  en tal orden; allí donde cada  persona natural se convierte en inversionista  de su vivienda también  está presente, con toda intención, la  asesoría en materia de sismorresistencia.

Aleyannis se satisface de la orientación del AC en lo referido a la sismorresistencia de la casa
que pronto construirá. Fotos: De la autora

 

Consejería de alto quilate 

Aleyannis Ojeda Frómeta ya perdió  la cuenta de las veces que por estos  días ha tenido que visitar la Empresa  Provincial de Servicios Técnicos  del Arquitecto de la Comunidad de  Santiago de Cuba (AC), pero realmente  no es eso lo que más le interesa,  “hay cosas que imponen sacrificios”,  sentencia.

Lo más trascendente para este  joven santiaguero, beneficiado con  la entrega de una parcela para edificar  su vivienda, es que su casa  quede “con todas las de la ley, bien  hecha”, y no pone límites para que  así sea.

“Yo mismo la construiré, tengo  la experiencia de haber ayudado  en la de mis padres, y ahora en Arquitecto  de la Comunidad me están  orientado detalladamente acerca de  cómo hacer las cosas para que resista  temblores de tierra”.

Para Aleyannis tal cuestión es  primordial, el terreno que recibió se  ubica en el área costera de Caletón  Blanco, en el municipio de Guamá,  a pocos kilómetros de Mar Verde,  justo donde se localizó el epicentro  de buena parte de los terremotos  que desencadenaron la situación  anómala que atravesó Santiago de  Cuba a principio de este año, calificada  así por los especialistas del  Centro Nacional de Investigaciones  Sismológicas (Cenais) teniendo en  cuenta la concentración en un corto  período de tiempo de un significativo  número de eventos sísmicos.

Pero la obra de Aleyannis no  es la única privilegiada, “absolutamente  todos los proyectos que se  realizan aquí tienen los detalles requeridos  para asegurar la sismorresistencia  de las construcciones por  esfuerzo propio”, dice enfático el  arquitecto Elvio Martínez Sánchez,  especialista principal de Arquitecto  de la Comunidad .

“Es parte de nuestros servicios  orientar, asesorar a los clientes en  tal sentido, acota el también Máster  en Hábitat en Zonas Sísmicas, contamos  con una fuerza muy calificada,  pero, además hemos establecido  alianzas que contribuyen a ese fin,  principalmente con el Cenais”.

Proyectos como Apoyo a la recuperación  resiliente de Santiago  de Cuba tras el impacto del huracán  Sandy y Ciudades preparadas y  alertas ante el riesgo sísmico en el  oriente cubano, han aportado manual  de buenas prácticas y cartilla  de consejos útiles para construir viviendas  por esfuerzo propio con características  sismorresistentes.

Sí, pero a veces no 

No obstante los empeños y las acciones  de distintas instituciones y organismos  interesados en identificar  peligros y reducir vulnerabilidades  y riesgos —gobierno, Defensa Civil,  Cruz Roja, Ministerio de Ciencia,  Tecnología y Medio Ambiente,  además del propio Cenais y el AC,  entre otros— no todos en Santiago  de Cuba cumplen con lo establecido  a la hora de edificar por esfuerzo  propio.

Según especialistas del AC se  dan violaciones como vigas o columnas  con tres aceros y aros triangulares,  aceros reutilizados, cimientos  sin la profundidad requerida, uso  de materiales, en especial cemento  de dudosa procedencia, entre otras.

El diálogo con varios santiagueros  que se apegan a esta modalidad  constructiva permitió sopesar criterios  que van desde aquellos que  asumen la edificación de su vivienda  con total interés lo bien hecho  como garantía de seguridad “por si  las moscas, o mejor dicho, por si los  temblores”, hasta quienes prefieren  “sacrificar” cualquier cuestión técnica  con tal de “acabar de una vez  y por todas.

Todos los interesados pueden acudir al AC para buscar la orientación necesaria, asegura el máster Elvio Martínez.

 

“En algunas personas falta percepción  del riesgo, argumenta el arquitecto  Elvio Martínez, y en ocasiones,  como las construcciones por  esfuerzo propio se dilatan tanto en  el tiempo, conozco las que superan  los 30 años, el control de autor que  nos corresponde hacer se pierde.

“También se da el caso de que  no siempre los albañiles contratados  tienen los conocimientos necesarios,  hay improvisación en muchos  momentos, y esto por supuesto  tiene incidencia.

“Es bueno que la población sepa  que nuestras oficinas están abiertas  para responder toda inquietud,  asesorar, aconsejar, dando por descontado  que una vez establecido el  contrato con el cliente la responsabilidad  que nos atañe en tal sentido  la asumimos a conciencia”.

Si bien hay acciones de capacitación,  si bien están instituidas las  normas técnicas en los proyectos, y  si bien los especialistas tienen toda  la disposición de contribuir con las  buenas prácticas, no cabe duda de  que en materia de construcción de  viviendas por esfuerzo propio con  características sismorresistentes  queda mucho por hacer y no solo en  Santiago de Cuba, sino además en  otras provincias del país, apegados  al viejo refrán: es mejor precaver  que tener que lamentar.

Orientaciones

  1. Construya sobre suelo firme, nunca en zonas de derrumbes o sobre relleno mal compactado.
  2. Use materiales adecuados: aceros corrugados, nunca lisos; cemento P-350 para cimentación, columnas, vigas y losas, y P-250 para albañilería; así como bloques o ladrillos limpios que no se desmoronen al tacto.
  3. La forma de la vivienda debe ser lo más simétrica posible, el largo no debe superar tres veces su ancho.
  4. Asegúrese de contratar mano de obra calificada.
  5. Consulte siempre al arquitecto de la comunidad.
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