Un nuevo estudio sobre el impacto del ruido en las industrias de Las Tunas fue presentado al Grupo de Enfrentamiento a la Contaminación Sonora, de esta provincia del oriente cubano.
Las indagaciones tuvieron como escenarios las 18 entidades del sector en el territorio, y permitieron determinar las principales fuentes generadoras de sonidos en los procesos productivos y su incidencia, tanto en la salud de los trabajadores como en la de las poblaciones aledañas a las entidades en cuestión.
El objetivo del diagnóstico es dotar a los decisores de información que contribuya a la concepción de programas para combatir los efectos nocivos de largas exposiciones a este fenómeno por su incidencia en la calidad de vida.
En opinión de los estudiosos este es el primer paso en el camino de crear condiciones más seguras en las áreas de trabajo en fábricas dotadas de hornos eléctricos, equipos de corte y soldadura, compresores, y extractores que son identificados como los más agresivos al entorno laboral.
Los especialistas abogan por el cumplimiento de las medidas de seguridad y salud instituidas en la legislación laboral vigente, lo que precisa de valoraciones constantes y de la implementación de prácticas encaminadas al empleo de silenciadores y de mantenimientos que contribuyan a la reducción de este elemento contaminante.
Aquí, las organizaciones productivas con mayor incidencia son las fábricas Estructuras Metálicas (Metunas), Muebles Ludema, confecciones textiles Melissa, Thaba, Alastor (calderas) y Acinox-Las Tunas.
La situación dictaminada supone la realización de exámenes médicos sistemáticos y dotar a los trabajadores de protección auditiva y plantar barreras acústicas que mitiguen los nocivos efectos provocados por este mal, en quienes laboran en estas unidades, proponen los investigadores, porque suman miles los afectados.