Cuando Trabajadores visitó por primera vez la cooperativa no agropecuaria de reciclaje (CNAR) Ciro Redondo, del municipio de igual nombre, única de su tipo en la provincia de Ciego de Ávila, sus ocho miembros reflexionaban en la asamblea de asociados que el 2016 podía ser para ellos un año inseguro en el escenario laboral.
Pesaba sobre su estado financiero el monto de la penalización impuesta por la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (Onat), demandante, en lo fundamental, de una multa fiscal y del pago del 10 % del impuesto sobre las ventas y los servicios.
Dicha oficina notificaba a la cooperativa, luego de ponerse en vigor la resolución 1002, del Ministerio de Finanzas y Precios, mediante la cual se exoneraba del tributo durante el 2015, a las CNAR constituidas en el país, por ser una forma de gestión económica en etapa de fomento.
Así lo reflejaba este medio de comunicación el 20 de junio del presente año, en el reportaje titulado Los obstáculos no ferrosos, por lo que no le bastó ser eficiente a la entidad no estatal para avanzar sin tropiezos por los caminos del reciclaje.
Según Delfín Martínez Morales, representante de la cooperativa Ciro Redondo, 48 horas después de la publicación, le reintegraron 160 mil 241.23 pesos; sin embargo, por tal devolución le habían comunicado que debía esperar no menos de dos años.
La evidencia de que en este caso los obstáculos no solo eran ferrosos, se corroboró también en otro artículo publicado el día 15 del presente mes, contentivo de las respuestas de las direcciones provinciales de la Onat y Finanzas y Precios, de Ciego de Ávila.
Se reconoce que hubo violaciones en los procedimientos para la tramitación de las devoluciones, demora en la demanda de financiamiento a fin de responder a esta gestión y falta de efectividad en los mecanismos de control de la Dirección Provincial de Finanzas para detectar dichas irregularidades.
Tan esenciales fueron los análisis de ambas administraciones para la aplicación de medidas disciplinarias, como ejemplar la actitud de los recicladores, con vistas a mantenerse a la vanguardia entre las CNAR creadas desde el 2014 en Cuba.
El colectivo avileño fue el tercero de su tipo en el país de mayores ingresos en el 2015, por concepto de ventas de desechos a la Empresa Provincial de Recuperación de Materias Primas.
En la actualidad logra en tal misión el 139 % de cumplimiento del plan, a base de más ingresos y menos gastos, utilidades y la materialización de los compromisos productivos en los 13 tipos de residuos recuperables, la evidencia de que el esfuerzo de los recicladores no se ha convertido en chatarra.