La Federación Internacional de Halterofilia (IWF, por sus siglas en inglés) anunció recientemente un nuevo listado de pesistas que podrían ser acusados de dopaje y —en consecuencia— despojados de sus medallas en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Algunos casos colocan en el entorno de las preseas a los cubanos Jadiel Valladares (85 kg) y Yohandris Hernández (94 kg).
En una nota publicada en su página web oficial, la IWF explica que luego de los reanálisis practicados a las muestras de Beijing, se han detectado resultados anormales en un total de 15 atletas, nueve de ellos mujeres.
Según el breve informe difundido, la mayoría de los implicados habría consumido agentes anabólicos como la Oxandrolona, el Estanozolol y la Dehydrochlormethyltestosterone, así como estimulantes y hormonas.
La noticia tiene particular trascendencia para Cuba, pues las acusaciones que pesan ahora mismo sobre al bielorruso Andrei Rybakou y el kazajo Vladimir Sedov harían que Jadiel Valladares escalara del quinto puesto a la medalla de bronce en los 85 kg.
Similar situación se presenta con Yohandris Hernández, ubicado sexto hace ocho años en los 94 kg, pero potencialmente bronce si se confirman los positivos de Ilya Ilyin (KAZ), Khadzhimurat Akkaev (RUS) y Nizami Pashayev (AZE).
Hace algunas semanas la IWF había dado a conocer otra relación de presuntos dopados en la cita china, en la cual se incluía el armenio Tigran Martirosyan, caso que de confirmarse significaría el acceso de Yordanis Borrero (69 kg) al tercer escalón del podio.
La entidad mundial del levantamiento de pesas ha suspendido provisionalmente a todos los enrolados en la posible violación del Código Antidopaje, y aguarda por la decisión final del Comité Olímpico Internacional (COI) para realizar los ajustes pertinentes en los resultados oficiales de esas competencias.