Representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC-EP) y del gobierno de Colombia anunciaron esta noche en La Habana el arribo a un Acuerdo final, integral y definitivo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en ese país andino.
«Del cónclave de La Habana ha surgido humo blanco. Habemus Pacem, Tenemos paz», expresó con emoción el comandante Iván Márquez, jefe del equipo negociador por la fuerza guerrillera; mientras que el doctor Humberto de la Calle, al frente de la delegación gubernamental, afirmó: Hoy hemos llegado a la meta (…) La guerra ha terminado.
Con seis puntos finales que resumen los acuerdos sobre diversos temas económicos, sociales y políticos, los representantes de los países garantes del proceso de paz, los embajadores Rodolfo Benítez, de Cuba, y Dag Nylander, del Reino de Noruega, dieron lectura al comunicado conjunto de las delegaciones de las FARC-EP y el gobierno de Colombia, que anuncia el referido acuerdo, sobre la totalidad de los puntos de la agenda general.
Bruno Rodríguez Parrilla, canciller cubano, recibió complacido al cierre del acto dos copias del histórico documento, firmadas por ambas partes, con lo cual comienza el fin de este conflicto armado interno que ha durado más de 50 años, y concluyen casi cuatro año de las negociaciones iniciadas en octubre de 2012, en Oslo, Noruega, y que desde noviembre de ese año continuaron en la capital cubana hasta el día de hoy.
Estuvieron presentes además representantes diplomáticos de Venezuela y Chile, países acompañantes del proceso de paz, cuyos gobiernos fueron también reconocidos en los discursos de ambos jefes de delegaciones.
No queremos que haya una víctima más en Colombia
El acuerdo que cierra las negociaciones destaca la significación del fin de la confrontación armada, y menciona a las víctimas de desplazamiento forzado, los muertos y los desaparecidos en más de cinco décadas. No queremos que haya una víctima más en Colombia, enfatiza el texto.
Apunta que el cese del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo en la historia de Colombia, con el propósito de construir una paz estable y duradera, y poner fin a los ciclos históricos de violencia.
Resalta además la participación ciudadana como “el fundamento de todos los acuerdos” y plantea su implementación se hará desde las regiones y territorios.
Los puntos recogidos en el documento abarcan lo referido a la reforma rural integral, la participación política y la apertura democrática, y el cese al fuego y de las hostilidades, más la dejación de las armas, la reincorporación de las FARC-EP a la vida económica, social y política colombiana y las garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales y paramilitares.
Otros acuerdos se enfocan en la solución al problema de las drogas ilícitas, en el resarcimiento de las víctimas del conflicto y en la creación de mecanismos de implementación y verificación para dar seguimiento a los acuerdos.
Conferencia nacional guerrillera y plebiscito
En su intervención, el comandante Márquez informó que en los próximos días sesionará la Conferencia Nacional Guerrillera, máxima instancia de autoridad para la FARC-EP, donde se someterá a un veredicto el Acuerdo Especial de Paz de La Habana.
Por su parte, el doctor De la Calle insistió en su discurso en que el gobierno debe esperar “con humildad el veredicto de la ciudadanía”, al enfatizar que el acuerdo no es perfecto, pero es el mejor posible, y que su ejecución dependerá de la sociedad colombiana, la cual deberá aprobarlo también con su voto en un plebiscito, a realizarse el 2 de octubre próximo.