Río de Janeiro.- A solo 24 horas de disputarse una de las finales más esperadas para Cuba en el atletismo olímpico, la pertiguista Yarisley Silva aseguró que sigue soñando con ser campeona olímpica, uno de los pocos títulos que le falta en su abultada vitrina de premios universales.
La pinareña aseguró tras su clasificación en la preliminar con salto de 4,60 metros, que la final será borrón y cuenta nueva, en alusión a la tensión vivida por todas las competidoras en la primera ronda, cuando la antillana tuvo dos fallos sobre 4,55 metros, aunque luego saltó del primer brinco la altura exigida para la final.
“Siempre es muy difícil para todas vencer el primer día y eso provoca muchos fallos, pero espero tener una buena competencia en la final”, aseguró la monarca mundial bajo techo y al aire libre del 2014 y 2015, respectivamente, en una especialidad de altísimo nivel en el planeta.
Sobre la eliminación repentina de la brasileña Fabiana Murer, la antillana consideró que se debió a esa propia tensión inicial. “Lamento lo que le pasó porque quería regalarle una medalla a su país, pero es una atleta excepcional. Son cosas que pasan en los Juegos Olímpicos y aunque una final sin ella no será igual, todavía hay atletas que están muy bien y no será fácil subir al podio”.
Yarisley evitó comentar sobre qué altura pudiera ser la que aseguraría el oro, aunque su entrenador Alexander Navas declaró hace unos días que estaría alrededor de los cinco metros en la varilla.
“La pértiga tiene un gran nivel. Hay que esperar el momento para ver cómo se desarrolla la competencia. Siempre digo que no hay rivales débiles ni alturas imposibles. Sigo con mi sueño de ser campeona olímpica”, ratificó con su sonrisa característica y muy relajada.
Adelantó que su plan táctico para la final de este 19 de agosto será empezar con una altura que responda al calentamiento que haga. “En dependencia de cómo me vea, decidiré con mi entrenador cuándo comenzar. Eso es muy importante y a veces cuesta medallas”.
Finalmente reconoció que el error que le hizo fallar en dos ocasiones sobre los 4,55 metros en la clasificatoria era “ que no estaba no estaba agarrando muy bien la pértiga y al entrarle al cajón de salto no despegaba bien alto lo que hacía que cayera sobre la altura”.
Con su acostumbrado carisma, la figura más mediática del atletismo cubano felicitó la primera medalla obtenida por su selección, a la cuenta de Denia Caballero en disco. “Ya abrió la senda y me alegro por ella y porque nuestro deporte aportó a la delegación cubana. Ahora espero hacerlo yo”.