Rio de Janeiro.- El titular olímpico de Londres 2012 en pistola de tiro rápido a 25 metros, Leuris Pupo, concluyó quinto en la final de su especialidad y aseguró sentirse contento por mantenerse en la elite de un deporte en el que espera todavía obtener muchos más premios continentales y mundiales porque “habrá Pupo para rato”.
La última esperanza de preseas para Cuba en el tiro deportivo cumplió una segunda jornada de excelencia con 293 puntos y nueve dianas, los que sumados a los 290 de la primera fecha, le permitieron entrar sexto a la final de una modalidad electrizante, pues todo comienza desde cero, con las mismas opciones para todos los concursantes
Y el holguinero lo aprovechó desde el principio, con disparo perfecto en la primera ronda, pero en lo adelante, solo pudo marcar 3-3-4-3, para quedar eliminado cuando aún quedaban cuatro competidores en la línea de fuego. A la postre, el alemán Christian Reitz se llevó el oro, mientras el francés Jean Quiquampoix remontó un inicio desafortunado para agenciarse la plata, por delante del chino Yuehong Li.
“Me sentía bien, había entrenado excelente, pero uno se presiona y tiene algunas indecisiones a la hora de la discusión de las medallas, lo cual no se perdona a este nivel”, comentó Pupo, quien completó aquí su quinta participación consecutiva en estas lides cuatrienales.
“Ayer había cometido algunos errores técnicos en lo que respecta a la vista de las miras, sin embargo, hoy entré más confiado y me dije: si tú siempre los has hecho bien, por qué no hacerlo hoy”, añadió.
A diferencia de la cita británica, el cubano no pudo entrenar en la sala de competencia de la final, lo cual no resulta en ningún modo la razón de su derrota, pero sí hubiera contribuido a conocer la ubicación de las luces y la acústica del lugar tras los disparos, elementos imprescindibles para un tirador.
“Lo que más me afectó es que tuve muchos disparos en la final de 9.6 y no de 9.7, que es el que da puntos. Y fíjate como es la competencia, que luego de sacarme segundo en la serie final, los dos chinos tiraron 2 y 1 puntos, lo cual podía haberme dado, al menos el tercer lugar”, razonó el multicampeón regional y panamericano.
“Por supuesto, hoy quería regalarle una medalla al líder de nuestra Revolución, Fidel Castro, por su cumpleaños, pero “le dedico este quinto lugar con el mismo cariño, porque estar entre los cinco primeros es una hazaña dentro del tiro deportivo cubano”, aseguró.
Sobre la calidad de los ganadores comentó: “el alemán viene primero del ranking mundial hace algún tiempo y sabíamos que dentro del grupo de 7-8 tiradores cualquiera podía ser campeón porque estábamos muy parejos”.
Antes de despedirse para el exigente examen doping, el mejor tirador cubano de todos los tiempos reconoció que quizás le faltó un poco de concentración en la final, pero terminó pidiendo confianza. “Pupo no ha terminado, me quedan al menos dos o tres ciclos olímpicos más y tengo condiciones para seguir luchando unos cuantas medallas de oro”.
Con dos hijas y un carácter que parece haber dejado los nervios y la impaciencia en casa, Leuris agradeció a familiares, amigos, entrenadores y dirigentes por la confianza depositada en sus manos. “No aporté la medalla ahora, pero ahora hay que mirar hacia Tokío 2020”.