Querido Fidel:
Dichosos nos sentimos —un día como hoy— de tenerlo entre nosotros. Felices y orgullosos estamos los que este 13 de agosto, contra vientos y mareas, nos sumamos a las felicitaciones por su 90 cumpleaños.
Gracias por confiar siempre en los jóvenes, gracias por habernos permitido llegar como atletas a los lugares más altos, gracias por hacer que el deporte cubano, conquista de nuestra Revolución, goce de prestigio a nivel internacional.
Gracias por concedernos que tantas generaciones de hombres y mujeres de las clases más humildes de nuestra sociedad, de lo más valioso de nuestro deporte, ocupen hoy lugares cimeros.
Cuánto podría decirse en una ocasión como esta de quien tanto ha significado y significa como deportista y estratega invicto.
Cómo obviar tantos y tantos momentos y circunstancias en que nuestro país ha brillado con luz y voz propias en cada evento competitivo, gracias a su sabia, certera y serena conducción.
Usted ha disfrutado junto a nuestro pueblo nuestras glorias y victorias, compartido derrotas y tristezas, y alentado nuestros sueños.
Cómo no festejar entonces desde aquí, a partir de lo que sentimos desde lo más íntimo del corazón, el enorme privilegio de coincidir en su tiempo.
A usted están y estarán dedicados cada triunfo que logremos porque estamos comprometidos con nuestra historia.
Muchas Felicidades
¡Hasta la Victoria Siempre!
Río de Janeiro, Brasil, 13 de agosto del 2016