La primera vez que escuché o leí su nombre no recuerdo fue a través de la prensa, y lo asumí con la certeza de que se impondría a la muerte… y fue sobrehumano su esfuerzo, y el de los colegas que la acompañaban… y el de aquel joven que rechazaba la muerte por su mucho amor a la vida.
Es doctora en Ciencias, especialista de segundo grado en anestesiología y reanimación, médico internacionalista y profesora consultante de la facultad de ciencias médicas Mariana Grajales, de Holguín y labora en la sala de cuidados intensivos del Hospital Lenin.
Su nombre es Pura y escogió una profesión nada parecida a la que asumieron desde hace muchísimos años la mayor parte de los integrantes de su familia. Ellos echaron anclas en la música. Ella, aunque siempre gustó de las melodías clásicas y el bolero, se inclinó por la medicina, pero todos llevan un apellido muy ilustre por esas tierras holguineras.
Cuando iniciamos la conversación, algo me llamó extraordinariamente la atención: la dulzura y delicadeza de esta mujer, su solidaridad con otros compañeros. ¿Por qué me van a entrevistar a mí?, hay otros que lo merecen más, dijo.
Pero yo quería conocerla de cerca. Oírle decir cosas que sólo gente como ella podría expresar. Comprobar si la grandeza de los grandes radica en saberse igual a usted, a mí, a todos. Y no me defraudó.
Un día un colega pasó por su lado y la felicitó. Recuerda que yo fui el primero en felicitarte, le dijo. Aquello la intrigó mucho, pero siguió su camino. Después recibió una llamada telefónica en que le decían que debía venir a La Habana, porque iba a ser condecorada. Al día siguiente fue al ensayo de la ceremonia, pero sin saber exactamente qué tipo de galardón iba a recibir. Y por la noche…
“Caramba, esa noche, esa fue una de las que no olvidaré nunca. ¡Tú sabes lo que es Fidel en persona imponiéndome la estrella de Heroína del Trabajo de la República de Cuba! La vida entera me pasó por la mente en esos segundos.
”En efecto, Pura forma parte de ese pelotón de 97 hombres y mujeres que han obtenido la más alta distinción del Estado cubano para premiar, no ya el quehacer laboral destacado, sino las hazañas cotidianas de nuestros mejores trabajadores.
Pura es una mujer que a cada instante se enfrenta, por la vida, a la muerte. Muchas maneras habrían de demostrarlo.
“Se sufre mucho con un paciente grave, a veces más que los propios familiares, pues estamos conscientes del nivel de gravedad y complicaciones que hay o que pueden surgir.
”Con infinita emoción recuerda Pura aquel niño de 8 años que les llegó un día de 1979 con tétanos y lo mantuvieron 38 días sedado, con vida artificial. Día y noche a su lado.
“No olvide que en aquel momento no había las salas de terapia intensiva ni la técnica de hoy. Cuando me visita hoy en la casa, compruebo lo linda que es la vida, lo grande de ser médico.
“Nací en Holguín, en el antiguo central Delicias, hoy Guiteras; me crié y me formé en Holguín. Aquí vivo. Por eso mucho de lo que soy se lo debo a mi Holguín, pero también al extraordinario colectivo de trabajo que me acompaña. A mis padres, porque sin ellos nada hubiera sido posible…
“¿A pesar de todo realizas también los quehaceres de la casa?, pregunto y con rapidez me asegura que a ello está obligada. Pero en mi casa el que llega primero cualquiera de sus dos hijos, o el esposo, o ella misma tiene que garantizar las cosas para el que llegue después.“
¿Alguna frustración? Dice que no. Entonces se me antoja pensaren lo feliz que se hubiera sentido si alguno de sus dos hijos hubiera escogido su profesión. El varón es estudiante de economía y trabajador de informática, la hembra es Licenciada en inglés y labora en el aeropuerto Frank País.
”De cuántas cosas podríamos hablar con Pura. De lo que sintió el día que defendió su grado científico de Doctora en Ciencias en la técnica de abdomen abierto, de los trabajos que ha presentado a los fórum de ciencia y técnica, de su vida sindical, de por qué se siente tan agradecida de la vida… del día en que estando de guardia recibió una llamada telefónica de La Habana en que la reclamaban para formar parte de un equipo multidisciplinario que debía atender a un joven soldado de la Patria gravemente herido por balas traidoras…
Entonces su mirada se emociona y la veo en su batalla de todos los días… ahora me convenzo de que las heroínas, como Pura Avilés son de los que siempre por la vida logran vencer a la muerte.
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