Era una pelea pactada de antemano. Allá en la Ciudad Maravillosa, y aquí en la Mayor de las Antillas, todos esperaban que sus caminos se cruzaran. Aficionados y público en general, de ello suceder, presenciaríamos en el lenguaje garciamarquiano, la crónica de un combate anunciado.
Discutiendo el paso a semifinales se produjo el encontronazo y la cubana se llevó una victoria que la coloca a las puertas de conseguir el mejor resultado de su vida.
Es cierto que el balance histórico no le favorecía, pues Dayaris apenas contaba con tres éxitos en once presentaciones ante Sarah Menezes (el 27 de mayo de este año se habían enfrentado en Guadalajara, donde la brasileña fue superior, al igual que en el Grand Slam de La Habana), pero también lo es que los triunfos se consiguen en los tatamis, no con los listados de actuaciones previas.
La táctica empleada ahora por la chica de Sancti Spíritus, sede de las actividades centrales por el Aniversario 63 del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, fue idéntica a la de sus primeras presentaciones: no dar tregua a las oponentes desde la arrancada.
Dicho plan propició que a la brasileña le marcaran un shido por falso ataque, que puso en ventaja a la nuestra, casi en la apertura.
Cuando restaba 1. 26 minutos en el reloj, la cubana le hizo una entrada espectacular a la monarca de Londres 2012 que no fructificó, pero que mostró a las claras el excelente estado en que se encuentra.