Lactar es el primer acto de amor que brinda la madre; además, va más allá de la conexión emocional que se establece entre ella y su hijo.
Está comprobado científicamente que la leche materna es el único alimento que los niños requieren para los primeros seis meses de vida. “Otro tipo de bebida, inclusive el agua, aumentaría el riesgo de que tenga diarrea u otra enfermedad. Amamantar de manera exclusiva resulta ser entonces la primera inmunización del bebé; no existen fórmulas alternativas para su protección en los inicios de vida”, destacó el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Es necesario reiterarles a las mujeres cubanas y su familia las ventajas de esta práctica nutricional, universal y de amplia evidencia científica. Desafortunadamente, esa ideal vía de protección no está siendo utilizada de manera excepcional hasta los seis meses por un 70 % de las féminas, expresó el doctor Fumero.
En ese sentido, la Semana Mundial de la Lactancia Materna (del 1º al 7 de agosto) está dedicada a promover esta práctica como el óptimo modo de nutrición en la infancia. Su uso privilegiado se apoya en el hecho de que la leche humana está compuesta por un 88 % de agua, característica que facilita la función de filtro desarrollada por el riñón, por lo cual el pequeño no precisa rehidratarse con otro líquido fuera del que su progenitora puede ofrecerle.
Un método de salvación
“La lactancia materna exclusiva también significa seguridad alimentaria para la niñez, debido a que puede reducir el hambre, la desnutrición y la obesidad”, así lo declara la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su campaña para promover esta experiencia. En Cuba se priorizan las acciones para que se comprenda por parte de toda la sociedad las bondades e incontables beneficios de esta costumbre, que constituye un factor esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de salud, explicó el especialista del MINSAP.
A principios de año, la revista científica The Lancet publicó una serie de investigaciones, las cuales evidencian que incrementando la lactancia materna podrían salvarse más de 820 mil niños al año; de ellos nueve de cada 10, en los primeros meses de vida.
Fumero advirtió que en el mundo están reemergiendo enfermedades infecciosas y hay otras que —aunque nuestro país ha podido controlar las condiciones higiénicas-sanitarias que las predisponen— siguen existiendo.
Innegables son sus beneficios para ambas partes: facilita el desarrollo del intelecto de la criatura y la protege de posibles enfermedades crónicas no transmisibles; en la mujer reduce riesgos de hipertensión, cáncer de mama y de ovarios, depresión postparto, osteoporosis, y disminuye el peso alcanzado durante el embarazo.
La progenitora ayudará a su salud después del alumbramiento con tres comidas balanceadas en el día y dos meriendas; fórmula nutritiva suficiente para proveer de energía a quien lacta.
Según estudios al respecto, la cantidad de leche nada tiene que ver con la ingestión de cerveza u otro tipo de brebaje perpetuado por generaciones como estimulante para que fluya mejor el primer alimento que recibimos en este mundo.
Del mismo modo, Álvarez Fumero argumentó que invertir en la lactancia materna tiene un impacto significativo en la salud de mujeres y niños y en las economías de las familias.
Una garantía desde la arrancada
A pesar de la persistencia y la vigilancia por parte del MINSAP, el doctor Fumero destacó que las madres cubanas tienen que sobreponerse a un grupo de mitos que desafortunadamente se traspasa a varias generaciones y cada vez más las féminas buscan un pretexto para no dar el pecho.
Según la encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) realizada por el Ministerio de Salud Pública entre febrero y septiembre del 2014, solamente el 33 % de los niños cubanos recibió lactancia materna exclusiva hasta los seis meses.
Respecto al tema, el galeno destacó que no podemos tolerar ninguna excusa para dejar de amamantar cuando científicamente no hay alguna que lo impida.
“Esta cifra tiene mucho que ver con pautas culturales en las familias que pueden cambiarse con el apoyo de todos, fundamentalmente los médicos de la familia, las organizaciones comunitarias y los medio de comunicación”, precisó en una ocasión a la prensa la señora Anna Lucía D’ Emilio, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
Por ello todavía es un desafío continuar incrementando las acciones de promoción y fomento de la lactancia materna en Cuba, y de esa necesidad dan cuenta las encuestas MICS, las cuales indican que el 96,2 % de los niños nacidos en los últimos dos años alguna vez lactó. Este porcentaje fue del 98 % en el 2011, según estas.
De acuerdo con los resultados del 2014, el 48 % de los niños lactaron en la primera hora de haber nacido, cifra que decrece igualmente si se compara con el 77 % registrado en el 2011.
Las instituciones médicas cubanas aconsejan iniciar la lactancia dentro de la primera hora de haber dado a luz, realizarla de manera exclusiva durante los primeros seis meses y continuada durante dos años o más.
El especialista finalizó que garantizar prácticas óptimas de lactancia requiere del apoyo de la familia y especialmente de la pareja, quien debe compartir los desvelos de la madre y colaborar en todos los sentidos. Además agregó, ha sido asociada a la conducta social a largo plazo, que resulta con mayor frecuencia adecuada en aquellos niños que recibieron lactancia materna exclusiva.
La nación mediante el apoyo y la promoción a la lactancia materna, cumple con el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, en cuanto a propiciarles a los infantes el disfrute del más alto nivel de salud.
En ese sentido, el especialista subrayó la importancia de poder contar en el país con Bancos de Leche Humana (BLH). Actualmente estos se encuentran situados en ocho provincias: Pinar del Rio, La Habana, Matanzas, Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Es imprescindible recalcar que a los BLH van las madres con sus parejas ya que es parte de la maternidad responsable que se pretende transmitir en el país. Al cierre del 2015 en Cuba 3 mil 19 progenitoras se convirtieron en donantes, y gracias a ello se recaudaron 738 litros de leche, lo que benefició a mil 285 recién nacidos.
Este 4 de agosto se inaugurará el banco número nueve en el hospital Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, con el objetivo de ayudar en la supervivencia de los recién nacidos, sobre todo los que nacen con malformaciones congénitas y aquellos que presentan malnutrición en la primera etapa de vida.