De 240 embarazadas captadas por el Policlínico José Jacinto Milanés en el primer semestre del 2016, en esta urbe, 153 no consumieron ácido fólico antes de la gestación, monitoreo que indica desconocimiento sobre los beneficios de la llamada vitamina de la vida.
Ana Esther Alfonso Acosta, máster en asesoramiento genético, insistió en la necesidad de promover en escenarios diversos el valor del ácido fólico en la prevención primaria de defectos congénitos y otras enfermedades, en beneficio de la salud de la mujer y su descendencia.
Aunque la presencia de ácido fólico no ha sido estable en la red de farmacias, es preciso intensificar la comunicación y orientación en pos de una mejor planificación de la familia y preparación para el embarazo, precisó la también especialista en Medicina General Integral.
La deficiencia de ácido fólico puede causar defectos cardíacos, del tracto urinario y las extremidades; incorporar la cantidad recomendada al organismo es importante para todas las personas, pero en el caso de las féminas en edad fértil su ingestión es imprescindible, afirmó Alfonso Acosta.
Según el programa nacional de diagnóstico, manejo y prevención de enfermedades genéticas y defectos congénitos en Cuba, ácido fólico y folato son dos términos que indican diferentes formas de la misma vitamina del complejo B, conocida como folacina.
De forma natural, los folatos se encuentran en los alimentos y el ácido fólico tiene un origen sintético y se halla en los suplementos vitamínicos y en los alimentos fortificados, ayudan a producir células nuevas y aumentan las probabilidades de tener un bebé saludable.
Los sistemas cardiovascular, inmunológico, nervioso y la formación neurológica fetal (cerebro y médula espinal) se benefician con el consumo de ácido fólico, conducta que además reduce riesgos de diabetes, obesidad e hipertensión.
Lentejas, maní, garbanzos, frijoles negros, hígado, lechuga, chícharos, aguacate, jugo de naranjas, maíz tierno, soya, huevo, melón, tomate y piña, se incluyen entre los alimentos que contienen folato, confirmó Ana Gloria García Martínez, licenciada en nutrición y dietética.