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La sala de terapia intensiva del hospital pediátrico Mártires de Las Tunas viste de gala en saludo al aniversario 63 del asalto a los cuarteles Moncada (Santiago de Cuba) y Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo), y al 90 cumpleaños de Fidel, líder histórico de la Revolución Cubana.
“Así lo concebimos y lo alcanzamos”, dice con entusiasmo Oscar Fidel Rosales Carreño, secretario general de la sección sindical número uno, de arrendadores de habitaciones en divisa, en la provincia de Las Tunas.
¿Cómo se insertan los trabajadores no estatales del sector turístico en este loable empeño?
“Hace ya cinco años que los afiliados aportamos al Programa Materno Infantil y la lucha contra el cáncer en los niños, y uno de los centros seleccionados, por sus sensibles prestaciones, fue este hospital”, refiere el también organizador del Buró Provincial de esa organización sindical, el primero creado en el país.
“Y como parte de esas contribuciones decidimos apoyar la rehabilitación de esta sala, de suma importancia en la atención de los pequeños aquejados de severas enfermedades allí recluidos y ya ve el resultado”, dice y contrasta en fotos el antes y el ahora de la instalación.
¿En qué consistió el apoyo?
“Entregamos 42,5 metros cuadrados de grey cerámico de primera calidad e igual cantidad de matajuntas del mismo material, comprados en la tiendas recaudadoras de divisa a un precio de unos 15 mil pesos y las entregamos para acometer la rehabilitación de la sala, cuyos enchapes estaban muy dañados por el tiempo.”
¿Cuáles fueron las labores acometidas?
“Después de varios recorridos por la instalación, también en trajines de apadrinamiento, hicimos la propuesta que fue bien acogida de levantar y recuperar los azulejos de diferentes paredes en las áreas de servicios y con esos y el grey irle dando uniformidad al entorno. Con esa combinación completamos todos los espacios, que ahora lucen como nuevos.”
¿Quiénes asumieron la obra?
“La rehabilitación la realizaron los integrantes de la brigada de mantenimiento del hospital y los trabajadores movilizados voluntariamente, en lo que fue decisiva la acción de las autoridades de Salud Pública en el territorio.”
¿Proyecciones futuras?
“Ya estamos coordinando donar el financiamiento destinado a pagar la reparación de la sala de oncohematología, allí tienen los recursos materiales para acometerla, donados por grupos de amistad con Las Tunas de Italia y Finlandia, pero no disponen del presupuesto por cuestiones lógicas de la planificación anual.
“Nosotros vamos a aportar el dinero y coordinamos la ejecución de la obra con trabajadores no estatales de la construcción, quienes los realizarán aplicando las tarifas mínimas de costos, la brigada de mantenimiento del hospital y parte de su colectivo laboral en jornadas voluntarias, en lo que considero otro significativo aporte al interés de mejorar las condiciones intrahospitalarias en esa importante institución.”
De esa práctica sistemática de altruismo dan fe, también, las entregas de juegos didácticos, ventiladores de pared, y otros medios a la Casa de Niños sin Amparo Familiar y de la Escuela Especial, ubicadas en la ciudad de Las Tunas. Y los familiares y la niña que, aquejada de una patología denominada metahemoglinemia, solo puede consumir agua embotellada que comercializan las TRD, incluso en la elaboración de sus alimentos, “nosotros le entregamos trimestralmente 15 pomos de cinco litros”, relata Oscar Fidel.
De ese entusiasmo nació, hace ya tres años, el proyecto Entregando amor, cuyas aportaciones monetarias al bienestar de los más necesitados sobrepasa ya los dos mil 750 pesos convertibles.
“Aquí no cuenta el valor del dinero, sino las serias y desenfadadas muestras de gratitud de esos muchachos, a quienes les complementamos los cuidados y la seguridad que les dispensa el Estado Cubano a los más desfavorecidos. Nosotros solo nos integramos a ese esfuerzo mayor porque también nos satisface y nos estimula las atenciones que ellos reciben, incluso en tiempos de limitaciones materiales”, remarca Oscar Fidel.
