Con un racimo de cuatro carreras en el sexto capítulo, la selección de Estados Unidos emparejó el tope beisbolero con su similar de Cuba y todo quedó listo para la definición en el quinto y último juego, previsto también para el estadio Capitán San Luis, en Pinar del Río.
La pizarra de 4-1 fue la segunda más abultada del match y significó la mayor cantidad de anotaciones de los visitantes —solo habían marcado una carrera por pleito—, quienes volvieron a presentar un pitcheo muy exacto, esta vez con el trío Bukauskas –Peterson-Jhonson, capaz de recetar cinco ponches y esparcir los siete hits salidos de cuatro bateadores antillanos.
Por segunda ocasión en el tope la definición llegó en la antesala del llamado inning de la suerte, cuando el relevista Liván Moinello no se presentó bien —tampoco lo estuvo en su primera salida— y soportó par de sencillos con un boleto adicional.
A su rescate vino un Miguel Lahera descontrolado, que regaló pasaporte gratis para la primera carrera de los estadounidenses y luego fue castigado con doble del jardinero Friedi, válido para limpiar las almohadillas y decidir el encuentro, pues Cuba apenas pudo descontar una en el séptimo, gracias a indiscutible de Yosvani Alarcón con Jefferson Delgado en la intermedia.
Por cierto, el matancero Delgado es hasta el momento el único jugador de casa que ha podido conectar hit en todos los cotejos y va resultando el mejor bateador del tope (12-6- AVE 500), además de anotar par de veces, sumar un slugging de 583 y ser el mayor productor de sencillos.
Vale reseñar que la apertura de Yaifredo Domínguez pareció una complacencia más a la afición pinareña que su real función en la selección nacional hasta el momento —siempre ha actuado como intermedio—; en tanto el intento de robo de base con Delgado en el segundo vuelve a ser incomprensible, como lo fue el batazo del emergente Yasiel Santoya al primer envío del cerrador Jhonson en el octavo episodio.
Sin exagerar las virtudes del contrario ni minimizar la faena de la tropa dirigida por Roger Machado, han sido estos partidos de puro pitcheo, con batazos oportunos y una defensa que ha pasado factura en momentos claves, sobre todo a los norteños. Sin embargo, una y otra vez salta una pregunta: ¿los mejores jugadores cubanos sub 23 no podrían enfrentar con similares resultados a este conjunto universitario estadounidense?
Este miércoles se definirá el tope y el balance general de este duelo amistoso, que desde su reanudación marcha abrazado a 12 triunfos por bando. ¿Freddy Asiel Álvarez podrá lanzar en busca de romper este abrazo?