Más que subsanar el error, así titulamos la queja publicada el 19 de junio, en la que el capitalino Roberto C. Garriga Acosta refería los errores cometidos durante el trámite de jubilación: falta de tiempo de servicios y cambio del primer apellido.
Esto último caló hondo en la sensibilidad del lector, pues siente orgullo de su abuelo paterno mambí y por eso, aunque es lo establecido para tales casos, se reusó a aceptar un certifico, si bien este tiene toda la validez legal.
Hoy damos a conocer la respuesta firmada por Yamina Peña Fournier, directora general a.i. del Instituto Nacional de Seguridad y Salud (Inass).
Explica que tras conocer el caso, Ana Margarita Martín Pérez, jefa del Departamento de Trámites de Pensiones de esa institución, se entrevistó con el reclamante y conoció que estaba resuelto el reconocimiento de tres años de trabajo que no fueron considerados inicialmente. Con esto la pensión se incrementó, a partir del mes de febrero del 2016, de 340 a 400 pesos al mes, incluido un pago retroactivo por diferencia.
Ahora quedó resuelta la otra inconformidad, cuando se le entregó a Garriga Acosta una copia del documento original subsanando el error en el primer apellido que aparece en la Resolución Concesoria del derecho a pensión, lo cual “debió haberse encaminado por la filial del Inass en su municipio de residencia desde el momento en que Roberto solicitó el trámite anterior”, se reconoce en la carta.
Finalmente lamenta que hechos como ese, sin justificación y cuya solución no debió prolongarse en el tiempo, dañen la imagen de esa institución “que tiene entre sus funciones brindar un servicio de excelencia a un sector de la población tan vulnerable como son los jubilados y pensionados, que merecen el respeto y la consideración de la sociedad”.