La necesidad de establecer una metodología para evaluar los requisitos cualitativos de las arenas cuarzosas en los yacimientos Santa Marta y San Ubaldo, ambos del municipio vueltabajero de Guane, motivó a Sergio Martínez Miranda, especialista en gestión de la calidad en la Empresa Geominera de Pinar del Río, adentrarse en minuciosos estudios para garantizar un producto con todos sus atributos.
Si bien el destino principal de esa materia prima es la industria del vidrio, también se emplea en la obtención de abate para la lucha contra el mosquito Aedes aegypti, en los filtros de agua de los acueductos y en la fundición de motores. Para cada uno de esos hay especificidades y si no están probadas, el cliente no acepta la materia prima.
Plantea Sergio que hubo que reelaborar cuatro tareas temáticas a partir de cánones internacionales vigentes y llevarlas a normas cubanas: investigación y diseño para determinar las especificaciones de calidad, actualizar los procedimientos analíticos que garanticen la veracidad de los datos, la metodología para tomar las muestras enviadas al laboratorio y que estas sean representativas de todo el yacimiento, así como evaluar estadísticamente sus resultados con el fin de que haya precisión en ellos.
Desde hace dos años se aplican estos pasos en los que participaron otros coautores de este trabajo presentado en la Exposición Aniversario 40 de la Anir.
Con anterioridad —recuerda Sergio— era inestable el aseguramiento de la calidad durante el proceso productivo que es continuo y había que enviar las muestras periódicas a los laboratorios del Centro de Investigaciones para la Industria Minero-Metalúrgica (Cipim) y de otras entidades.
La garantía cualitativa de estas arenas representa un paso alentador para continuar sustituyendo importaciones y emprender, en un futuro, la producción de vidrios planos, botellas y frascos de cristal.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.