De constituir durante décadas un servicio que apoyaba el funcionamiento de la economía, las Comunicaciones empezaron a emerger desde finales del pasado siglo como una rama estratégica para alcanzar y sostener el desarrollo, a partir del papel preponderante de las llamadas nuevas tecnologías en la sociedad contemporánea.
En Cuba, los que laboran en esta esfera integran hoy el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Comunicaciones, la Informática y la Electrónica, organización que nació el 16 de julio de 1971, hace ya 45 años.
Milagros Vallés Silot, su secretaria general, puede atestiguar los avances y las complejidades de uno de los sectores económicos donde más vertiginosos resultan los cambios en la actualidad, lo cual impacta y a la vez es resultado de la labor que realizan sus más de 42 mil afiliados del sector estatal y una cantidad superior a los 15 mil en el no estatal.
“Desde los años cuarenta del siglo pasado surgieron las federaciones de trabajadores telefónicos y de los cablegráficos, las cuales desplegaron una amplia lucha por los derechos de sus afiliados”, rememoró la dirigente sindical al mencionar los antecedentes de la organización, que al principio solo fue —por la obvia razón de que no existían las otras actividades que hoy engloban su nombre— el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Comunicaciones.
Las estructuras administrativas del propio Ministerio de Comunicaciones y sus dependencias también continúan en perfeccionamiento como parte de la actualización del modelo económico y social cubano.
El surgimiento de las organizaciones superiores de dirección empresarial de Informática y Comunicaciones, así como las especificidades del grupo empresarial de Correos de Cuba y la Empresa de Telecomunicaciones, conllevan una adecuación de la atención sindical, con la implementación incluso de burós extraterritoriales, explicó Vallés Silot.
“Nuestros trabajadores —amplió la secretaria general— acometen un conjuntode programas y proyectos para el desarrollo de las telecomunicaciones, el despliegue de la televisión digital, la defensa del espectro radioeléctrico y la modernización de las transmisiones de radio y televisión, y el constante proceso de informatización de la sociedad cubana, entre otros”.
La calidad del servicio y el aumento de la productividad del trabajo son —enfatizó— unos de los primeros objetivos a alcanzar. Incrementar el protagonismo sindical; organizar, integrar y movilizar conscientemente a los trabajadores para la creación de riquezas; y en correspondencia con ese aporte, lograr una correcta aplicación de los sistemas de pago por resultados y el mejoramiento de las condiciones de trabajo, son también prioridades en su quehacer.
Continúa además el incremento de trabajadores del sector no estatal como agentes de telecomunicaciones y postales, reparadores de equipos eléctricos y electrónicos, programadores de cómputo y reparadores de antenas.
“Para su organización, atención y representación—explicó Milagros— hemos diseñado un sistema de trabajo a nivel de consejo popular que nos ha permitido crecer progresivamente. Hoy existen ya 386 secciones sindicales que agrupan a estos afiliados, y el propósito es lograr mayor acercamiento e intercambio”.
En nombre del secretariado nacional, la dirigente felicitó a todos los trabajadores de ese sector por el aniversario 45 de su sindicato, y los convocó al cumplimiento de los planes y el ahorro de recursos, en función de las medidas económicas para enfrentar la actual coyuntura de restricción económica que enfrenta el país, de manera consciente y desde cada puesto de trabajo.