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Porfía por la eficiencia

La disponibilidad de crudo ha permitido a la refinería Sergio Soto duplicar la producción con eficiencia. | Foto: René Pérez Massola
La disponibilidad de crudo ha permitido a la refinería Sergio Soto duplicar la producción con eficiencia. Foto: René Pérez Massola

 

Al parecer hay una porfía entre Eberto González y Vicente Hernández, dos de los  jefes de turno de la refinería Sergio Soto, de Cabaiguán. Ninguno quiere ser  mayor que el otro, aunque  llevan nada menos que 33 y  34 años trabajando en esta  industria; siempre la labor  de uno es más compleja que a del otro y nunca se ponen de acuerdo.

La polémica anima la jornada alrededor de dos hombres que han logrado especializarse cada uno a su modo  hasta convertirse en operadores A de las viejas plantas de  destilación atmosférica y al  vacío, y son los máximos responsables de ambos procesos.

Ellos reconocen que “manejan” a toda capacidad tecnologías obsoletas, que requieren una modernización y aumentar su infraestructura,  pues tienen muchas perspectivas para incrementar  las producciones en la única  refinería que procesa crudo  nacional.

“¿El día más malo? Cuando tengo que parar por una avería, porque no contamos con materia prima o  por otras cuestiones involuntarias; esta es una planta vieja y sufrimos por ello”,  afirmó Eberto, mientras Vicente valora la trascendental labor de los innovadores  que ante cada desperfecto  acuden en su solución.

Junto a ambos jefes de turno hay jóvenes adiestrados que beben de su sapiencia y serán su relevo en el  futuro. “Formar a un operador A lleva muchos días y  noches entre estos hierros,  pero es un trabajo bonito,  del cual uno llega a enamorarse, y en ocasiones hacemos aportes hasta para ganar la sede de otro 26”, dijo  Vicente.

Duplicar el plan

Lester Alemán Hurtado  lleva 16 años laborando en la Sergio Soto, seis de ellos como  director general, y nunca  antes había visto que en los  primeros cinco meses del año  se duplicara la refinación de  crudo.

“A finales del 2015 falló la transportación de la materia prima por la vía ferroviaria, nos quedamos al 92 % del plan, aunque en noviembre y diciembre nos pidieron un esfuerzo  extra para la producción de  asfalto, dadas las roturas en  la Ñico López, de la capital,  y la refinería de Santiago de  Cuba”, explicó Lester.

“Hemos mantenido ese ritmo durante este año, dados  los volúmenes de transportación por ferrocarril del crudo  de Matanzas y Majagua y la  ausencia de roturas graves, lo  que permitió procesar 28 mil  200 toneladas de las 14 mil  600 que estaban planificadas.

“El 2016 va a ser atípico, porque anteriormente procesábamos materia prima un  mes y al siguiente se hacía la  comercialización de los surtidos: nafta, solvente, asfalto,  aceite para transformadores,  fueloil y otros. Tecnológica- mente no hay por qué parar, solo es preciso hacerlo un mes para  realizar  las reparaciones industriales”.

La refinería Sergio Soto impuso un récord de producción en el 2014 con 50 mil 500  toneladas, pero si todos los  aires siguen batiendo a su favor el propósito para el actual  es completar las 60 mil, una  proeza que deberá ser respaldada por los trabajadores de  la UEB de mantenimiento y los innovadores.

Los niveles de eficiencia de la industria han mejorado a partir de una reparación  capital ejecutada a la torre  de destilación al vacío y otras  modificaciones necesarias  por la ocurrencia de averías.  Ahora se avista un proceso  inversionista que poco a poco  revitalizará la planta, informó Lester.

Ello es vital  para u n colectivo de 300 trabajadores que  al decir de Yaumari Hernández, la secretaria general del  buró sindical, cuenta con adecuadas condiciones laborales,  medios de protección, ropa y  calzado; tiene las vías para la  capacitación y motivaciones  para continuar laborando en  aras de la eficiencia.

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