“La ciencia es transversal a todos los procesos y ha jugado un papel importante en la mayoría de los resultados que tiene la provincia de Sancti Spíritus”, afirmó Leonel Díaz Camero, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el territorio.
Su sentencia se confirma en la consolidación de los programas agropecuarios, azucareros, de la salud, de la pesca y otros a los cuales los científicos aportan el fruto de sus investigaciones.
En busca de alguno de esos centros nos adentramos en la Facultad de Ciencias Médicas, donde tiene asiento el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), cuyo embrión surgió de la idea del Comandante en Jefe, hecha pública el 27 de julio de 1986, luego de inaugurar dicha universidad, y se fundó cuatro años después, en un espacio reducido que hoy frena su desarrollo.
En los laboratorios que fueron hechos para la escuela de medicina se montaron los del CIGB, y de ellos han surgido resultados relevantes que se integran y complementan con los de los otros dos, el de La Habana y el de Camagüey, que lo habían precedido.
Sus investigadores se centran en la producción de anticuerpos monoclonales para inmunizantes o medicamentos que se obtienen en sus similares habanero, camagüeyano y los centros de Inmunología Molecular e Inmunoensayo, entre ellos los empleados en el seguimiento de la Eritropoyetina, el Heberprot-P y la vacuna contra la garrapata, entre otros; “son imprescindibles para la liberación y prueba de identidad de esos productos, que no sustituyen importaciones porque son propios de nuestro centro”.
Así afirmó el máster Raúl Armas Ramos, director del centro, y fue categórico al decir que el resultado que marca la mayoría de edad es el test de embarazo: uno para uso profesional y otro casero, que tienen una elevada confiabilidad; el segundo se vende de forma liberada en las farmacias desde el 2015.
Y tienen otros dos diagnosticadores registrados: uno para la detección de rotavirus en heces fecales empleado en los laboratorios clínicos de los hospitales pediátricos y otro que en muestras de sangre detecta el anticuerpo contra la transglutaminasa, un marcador de la enfermedad celiaca.
Reinaldo Blanco, fundador y jefe del departamento de producción, comentó que también hacen reactivos biológicos, de los cuales tienen 69 en distintas fases de introducción y otros 110 en banco, que se usan en el sistema de la genética y la biotecnología.
El doctor Enrique Pérez Cruz reconoce entre las mayores fortalezas del CIGB espirituano, “la capacidad para generar moléculas y los recursos humanos calificados. Ello permite integrarnos a los que liderean la biotecnología y asegurar productos nuevos.
Cuentan con una licencia del Centro de Control de Medicamentos (CECMED), que respalda la fabricación con buenas prácticas y posibilita la comercialización de los surtidos.
El resultado más joven de este CIGB, y uno de cuyos autores principales es el doctor Enrique, es el biocatalizador para la obtención de fluctooligosacáridos (FOS), que a diferencia de la tecnología existente, es una enzima en polvo que puede ser usada y extendida a las industrias azucarera y alimentaria.
“No tiene similar en el mercado y su principal componente posee mayor poder prebiótico y edulcorante que los logrados con otros procesos”, aseguró Pérez Cruz. Así estos científicos espirituanos continuarán sorprendiendo con resultados que también avalan la obtención de la sede del acto Central por el Día de la Rebeldía Nacional.
