“No es ocioso reafirmar que proseguiremos la actualización de nuestro modelo económico al ritmo que definamos soberanamente, forjando el consenso y la unidad de los cubanos en la construcción del socialismo”, subrayó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros General de Ejército Raúl Castro Ruz al clausurar el VII Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional en su Octava Legislatura.
Al realizar un recuento de la situación económica nacional en el primer semestre del año, apuntó que en diciembre del 2015 explicó que se proyectaban determinadas limitaciones financieras como consecuencia de la disminución de ingresos en las exportaciones por la caída de los precios en los rubros tradicionales.
Además mencionó otras afectaciones en las relaciones de cooperación con varios países, en particular con la República Bolivariana de Venezuela, sometida a una guerra económica para debilitar el apoyo popular a su revolución.
Precisó que en estos primeros seis meses del año, el Producto Interno Bruto (P.I.B) creció un 1% ( la mitad de lo propuesto), debido a la agudización de las restricciones financieras externas, el incumplimiento de los ingresos por exportaciones, y las limitaciones que afrontan algunos de los principales socios comerciales, debido a la caída de los precios del petróleo.
A lo anterior —apuntó Raúl— se añade una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela, a pesar de la firme voluntad del Presidente Nicolás Maduro y su gobierno por cumplirlos, lo que lógicamente ha ocasionado tensiones adicionales en el funcionamiento de la economía cubana.
En otro momento de su intervención, mencionó los efectos nocivos del bloqueo norteamericano, que se mantiene vigente. “A más de tres meses de los anuncios del presidente Obama, el 15 de marzo, de que se eliminaría la prohibición a Cuba para utilizar el dólar en sus transacciones internacionales, lo cierto es que no se ha logrado todavía efectuar pagos ni depósitos en efectivo en esa moneda”.
En estas circunstancias adversas —dijo— el Consejo de Ministros adoptó un conjunto de medidas dirigidas a enfrentar la situación y garantizar las actividades principales que aseguran la vitalidad de la economía, minimizando las afectaciones a la población.
Señaló que como era de esperar, con el propósito de sembrar el desánimo y la incertidumbre en la ciudadanía, comenzaron a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de la economía con el retorno a la fase aguda del período especial a inicios de la década del 90 del pasado siglo y que se supo superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y a la confianza ilimitada en Fidel y el Partido.
No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas, enfatizó.
Frente a las dificultades y amenazas no hay espacio para las improvisaciones y mucho menos para el derrotismo. De una situación coyuntural como la que enfrentamos se sale victorioso actuando con mucha energía, ecuanimidad, racionalidad y sensibilidad política, y llamó a continuar estrechando la coordinación entre el Partido y el Gobierno y sobre todo “con mucho optimismo y seguridad en el presente y el futuro de la Revolución”.
Al concluir la intervención, Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional, en nombre de todos los diputados, envió una felicitación al Comandante en Jefe Fidel Castro, quien cumplirá el próximo 13 de agosto su 90 cumpleaños.
