Como un tema de primordial importancia porque tiene que ver con el futuro de la nación catalogó la Doctora Graziella Pogolotti el debate en torno a la enseñanza de la Historia que tuvo lugar en la comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer del Parlamento cubano.
“Me parece que tenemos que analizarlo desde múltiples perspectivas y también como un proceso histórico. Hay que plantearse el tema de enfoque”, expresó. En su esclarecedora intervención consideró la Historia como proceso, “que no es idílico porque a mí me parece que el trabajo ideológico fundamental en el momento actual consiste en que la historia contribuya a entender la realidad en la cual vivimos y cuáles son los problemas fundamentales”, aseveró la también Premio nacional de Literatura.
Con la presencia, entre otros, de la ministra de Educación Ena Elsa Velázquez, de René González Barrios, Presidente del Instituto de Historia de Cuba y de René González Sehwerert, Héroe de la República de Cuba y vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí, tuvo lugar un interesante intercambio de criterios.
Con la interrogante ¿Cómo cautivar a los niños, adolescentes y jóvenes?, se presentó el informe a partir de un intercambio efectuado por integrantes de la comisión con maestros, estudiantes, guías de la Organización de Pioneros José Martí, directivos de educación y profesores de Historia, de 12 municipios de cinco provincias del país.
Entre otros criterios, el documento presentado por la diputada Aymara Guzmán, secretaria de la comisión, reconoce que actualmente el ministerio de Educación desarrolla un proceso de perfeccionamiento del sistema nacional, el cual implica además la actualización de contenidos, bibliografías, así como los medios y orientaciones metodológicas que sirven a los docentes para el cumplimiento de su responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones.
No obstante, los entrevistados sugirieron que los programas de Historia estén diseñados con los elementos esenciales para que los educandos desde las edades más tempranas tengan conocimientos de hechos, personalidades y procesos de cada lugar.
Igualmente expusieron la necesidad de lograr mayor efectividad en la utilización de los museos, tarjas, bibliotecas y sitios históricos de cada lugar como elementos auxiliares a la clase de Historia.
La diputada Marta Uriarte, quien ha sido profesora de Historia durante 37 años en el territorio de Sancti Spíritus, dijo que para impartir esa asignatura hace falta una cosa: ser patriota, “la historia hay que sentirla, vivirla, darla con conocimiento de causa; un profesor de Historia nunca deja de estudiar, podemos tener todos los soportes tecnológicos del mundo, pero su palabra es insustituible” .
Josuán Palacios, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, alegó que se trata de seducir porque en Cuba hay una historia extraordinaria. Desde su punto de vista, es “importante el maestro, pero también es importante emplear los códigos nuevos” en la enseñanza de la asignatura.
Por su parte, René González Barrios aseveró que hoy “el tema de la historia y la cultura es un asunto de sobrevivencia de la Revolución cubana”, y más adelante agregó que hay una responsabilidad de toda la sociedad. “Hay que ver a la historia en todos los sentidos, cultural, económica, social, militar, de América Latina”, dijo.
El Héroe de la República de Cuba, René González Sehwerert afirmó que en relación con la enseñanza de la Historia hay que ser riguroso, que esta es un problema de curiosidad, y hay que despertarla en los estudiantes, pues cuando esto se logra es como un panal que hay deseos de saciar.
Al intervenir, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez agradeció los criterios expresados por los diputados y afirmó que pese a las acciones realizadas, todavía es insuficiente lo logrado.
Manifestó que insisten en la preparación de los maestros, y puso como ejemplo que durante la semana disponen de un tiempo para la preparación metodológica, se insiste en que empleen los recursos que tienen en su localidad, entre ellos los museos.
Destacó que ante la demanda de maestros de Historia hay que lograr que los profesores en ejercicio se multipliquen, así como ejercer una influencia mayor en los alumnos para que se incorporen a la especialidad.
