Grupos portadores de la cultura popular tradicional participantes en la Fiesta del Fuego, que del 3 al 9 de julio tienen lugar en Santiago de Cuba, muestran su arte en diversos espacios públicos, hecho que confirma el espíritu de este jolgorio.
El pueblo, junto a los más de 2 mil artistas de 25 países, comparten expresiones músico-danzarias, ceremonias mágico-religiosas, y otras manifestaciones en un intercambio singular que desdibuja barreras amalgamando a unos y otros.
Expresión mayor de este sui géneris modo de desarrollarse el Festival del Caribe lo constituyó el Desfile de la Serpiente, pasacalle que unió a todas las delegaciones asistentes al encuentro y les permitió lucir en todo su esplendor el ritmo y color propios del Caribe, y también el de otras naciones que se suman a la fiesta, entre ellas Alemania, Reino Unido, Australia y Estados Unidos.
Especialmente llamativas resultaron las evoluciones de México, Puerto Rico, Venezuela y Cuba, de las más numerosas entre las participantes.
Otro de los momentos que propiciará los vínculos ente el pueblo y los artistas será el desfile de clausura, en el que igualmente lucen sus habilidades cada una de las delegaciones y se prende fuego a un gigantesco muñeco de trapo, representación simbólica del diablo, en alusión a la quema de todo lo malo y negativo que pueda existir.