Náyade Molina acude con regularidad al baño durante su jornada de trabajo. Cuenta a Trabajadores que sus ganas de orinar son constantes, “y, en ocasiones al terminar, permanezco con deseos de continuar ya que la cantidad de orina es poca y me produce mucho dolor.
“Enfermé hace unos años de los riñones debido a la bacteria Escherichia coli. Duró tiempo mi tratamiento. Hoy en día aún pienso que la padezco, aunque muchas personas me dicen que posiblemente sea cistitis”, argumentó la entrevistada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 10 y el 20 % de las mujeres sufrirán al menos un episodio de cistitis a lo largo de su vida, ya que ellas tienen la uretra corta y esta se encuentra más cerca del ano, lo que permite a las bacterias introducirse con facilidad en la apertura de la vagina y, de ahí, hasta la uretra y la vejiga. Sin embargo, no es solo una cuestión de sexo.
¿En qué consiste?
De acuerdo con el doctor Camilo Fonseca Mena, ginecólogo del hospital Julio Trigo, esta infección está provocada por la invasión de microrganismos en el tracto urinario. “Puede producirse por dos vías diferentes: por el extremo inferior de las urinarias (abertura en la punta del pene o de la uretra, según se trate de un hombre o de una mujer), que es el caso más reiterado; o bien a través del flujo sanguíneo, en cuyo caso la infección afecta directamente los riñones.
“Para detectar la cistitis, es necesario acudir al médico, practicar un examen de orina en un urocultivo y luego realizar un antibiograma para recetar algún tipo de antibiótico, el cual es el tratamiento recomendado para estos casos”, añadió el especialista.
Urgencia y frecuentes ganas de orinar, enrojecimiento de la vulva y picor vaginal en las féminas, dolor en las relaciones sexuales, aparición de sangre en la micción y de fiebre y escalofríos, son algunos de los síntomas más recurrentes que le indican a la persona padecer este trastorno.
¿Qué sucede cuando se espera demasiado tiempo para acudir a una consulta médica?
Es primordial visitar a un médico, destacó el doctor ya que un diagnóstico tardío puede derivar en una infección severa en otros órganos como los riñones. Además, la cistitis afecta considerablemente la calidad de vida e interrumpe la jornada laboral, las relaciones interpersonales y mantiene en constante preocupación a quien lo padece, desencadena inseguridad y baja autoestima.
Aviso para no tener que lamentar
Los especialistas aconsejan seguir una dieta equilibrada con alimentos y bebidas que nutran al organismo y ayuden a prevenir una infección urinaria; también es recomendable no retener la micción y beber agua de forma habitual, al menos dos litros diarios, esto último, favorecerá la diuresis.
“En el caso de los bebés y niños con estos síntomas, es importante cambiar los pañales de forma frecuente, así como instruirlos tempranamente en los hábitos higiénicos que deben efectuar después de haber orinado o defecado”, precisó el galeno.
También la prevención debe estar encaminada a evitar la contaminación de la vía urinaria con bacterias provenientes de la flora intestinal. Este es un aspecto a tener en cuenta por las mujeres en general y en particular por las madres de niñas pequeñas, a las que aconsejamos evitar el aseo sentada en el suelo de la bañera.
“Las mujeres deben evadir el uso diario de almohadillas sanitarias protectoras, el estreñimiento, no retardar la micción poscoito, tener relaciones sexuales protegidas, realizar una ingestión de agua adecuada e impedir la demora innecesaria entre micciones”, recalcó Fonseca Mena.