Pudiera parecer increíble que en tan solo tres décadas la ingeniería y biotecnología cubana crecieran y se multiplicaran haciendo realidad lo que era una utopía. Fundado por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 1 de julio de 1986, este centro es considerado institución insignia de la ciencia en Cuba, con notables resultados que impactan en la salud, la agricultura y el medio ambiente.
Actualmente el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) cuenta con 200 registros sanitarios en 34 naciones, como en Bolivia, Canadá, Brasil, Australia, India, Estados Unidos y la República Bolivariana de Venezuela. De esta última nación, conversamos vía on line con un investigador que acumula 14 años de trabajo y recuerda con orgullo sus inicios en el centro.
Yuliasne García Borges comentó a Trabajadores que es una dicha responder a los objetivos primordiales del país, y a las necesidades de otras naciones hermanas, como es el caso de Venezuela.
“El CIGB no solo me formó como trabajador, sino como persona. Mi satisfacción es pertenecer a un centro que tan alta capacidad científico-técnica y que contribuya tanto al desarrollo económico del país”.
En la hermana nación venezolana, Yuliasne García y sus compañeros combaten las consecuencias producidas por este tipo de insecto, la cual causa innumerables pérdidas en la ganadería de ese país. “Este producto es muy eficiente, ahora mismo estamos entregándolo gratis a los pequeños productores venezolanos, gesto que nos satisface muchísimo. Se empezó a comercializar a medianos y grandes productores en vista de los buenos resultados obtenidos con los pequeños productores en la vacunación del ganado social”.
Más que logros productivos
Muchos han sido los logros alcanzados en las últimas tres décadas. Citar el interferón, el Heberprot P, la introducción de vacunas pentavalentes como la vacuna Heberpenta, que combina cinco antígenos contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemphilus influenzae tipo B son algunos de los ejemplos.
El CIGB reafirma el compromiso de fortalecer la industria biotecnológica cubana; ser reconocido por los resultados en la investigación, desarrollo, producción, y en la comercialización de productos de alta calidad; asimismo alcanzar el desarrollo científico, económico y social del país al que aspiramos, en favor de toda la sociedad.
Este coloso de la ciencia en Cuba atesora en su nómina alrededor de mil 200 hombres y mujeres dedicados a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de productos.
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