“Los inspectores querían multarnos y nos parecía una injusticia. Discutimos acaloradamente, entonces ellos llamaron a la Policía y nosotros al sindicato”, cuenta Ángel Miguel Cañete Espinosa, secretario general de una sección sindical que agrupa a 17 productores-vendedores de flores y plantas ornamentales, en la céntrica calle Colón, en la ciudad de Las Tunas.
El altercado tuvo un feliz desenlace y les asistía razón a ese grupo de trabajadores no estatales del sector de la Administración Pública. La revisión sosegada del asunto dejó una enseñanza: es imprescindible la actualización y el dominio de lo legislado para unos y otros, y la organización sindical demostró su pertinencia fuera del ámbito estatal.
Pedro Lora Rivero, secretario general del buró provincial del Sindicato de la Administración Pública en este territorio, les atribuye a estas actuaciones de representatividad los buenos resultados que alcanza la afiliación de estos nuevos actores en el sistema económico cubano.
“Llegamos a este 4 de julio, Día del Trabajador de la Administración Pública, con 820 cuentapropistas sin otro vínculo laboral integrados, que representa el 97,7 %, muy por encima de la media del país y de la provincia”, abunda Pedro.
El avezado dirigente sindical describe el amplio universo y la heterogeneidad de los colectivos, que han agrupado en más de 40 secciones sindicales mixtas (estatales y no estatales) y 14 puras (no estatales).
¿Problemas actuales?
Lora Rivero considera que esa es la respuesta natural al trabajo político ideológico desarrollado personalizadamente y no significa que todas las necesidades estén resueltas, “tenemos todavía mil problemas, fundamentalmente en lo referido a la atención al hombre, que generan insatisfacciones, pero los hemos convencido de que la sección sindical es un espacio para el debate diáfano, oportuno de sus inquietudes, y el punto de partida para buscarles soluciones o respuestas convincentes”, explica.
“Los trabajadores, dice, agradecen la presencia del sindicato, su acompañamiento y ese reconocimiento se expresa mediante la afiliación, que es una de nuestras prioridades organizativa para que nadie quede al margen de los retos actuales y a merced de decisiones injustas”.
Refiere que las mayores dificultades las tienen los vinculados con los Servicios Comunales, “ellos realizan una labor vital para la salud del pueblo, pero lo hacen a riesgos de su propia salud, porque no tienen dónde adquirir los medios de protección individual”.
Según argumenta Lora Rivero, la dirección administrativa de Servicios Comunales alega no disponer de presupuesto para la compra de esos recursos, “pues no está dentro de su objeto social”, empero la higienización de ciudades y poblados es su misión estatal, entonces hay un claro desencuentro.
¿Problemas resueltos?
“También, en análisis con los organismos de relación, hemos contribuido a la solución de algunas demandas”, afirma y cita la inclusión de estos trabajadores no estatales en régimen tributario simplificado; el establecimiento de sistemas de pago que premian los resultados en su vinculación con la áreas; no firman tarjetas de entrada y de salida, y en algunos municipios se ha avanzado mucho en la intención de que las direcciones administrativas los valoren más como un actor imprescindible, que como un ente ajeno, con mayor receptividad en los municipios de Majibacoa, Jesús Menéndez y Colombia.
Lora Rivero entiende necesario transformar esta situación y aconseja llevar a una cláusula del Convenio Colectivo de Trabajo estos derechos y exigir se respeten hasta tanto se adopten medidas que habiliten algún lugar donde los trabajadores puedan adquirir medios para su protección individual.