Cuatro de los miembros del equipo negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) para los diálogos de paz en Colombia ofrecieron este viernes una conferencia de prensa donde ajustaron sus puntos de vista acerca de los Acuerdos firmados ayer en La Habana y la ruta a seguir para que verdaderamente se instale la reconciliación en el país sudamericano.
Iván Márquez, jefe de la delegación, aclaró que, a pesar de los notables avances, quedan pendientes algunos temas vinculados a la reforma rural integral, a las drogas, al tratamiento a las víctimas y a los ajustes institucionales que garanticen la reconversión de las Farc-Ep en un movimiento político legal y que el regreso de los guerrilleros a la vida económica y social según sus intereses.
También insistió en lo imprescindible que es combatir el paramilitarismo cuyas raíces están en el origen mismo de este conflicto que lleva más de medio siglo en Colombia.
El líder guerrillero convocó a replantearse algunos esquemas mentales que podrían obstaculizar el camino hacia la paz, para lo cual se requiere la voluntad política mostrada por las partes hasta el momento. Se precisa además estar atentos a “telarañas jurídicas” que crearían problemas artificiales.
Los negociadores anunciaron que la Jurisdicción especial para la paz, resultado de este proceso negociador, vale para todos los involucrados en el conflicto, incluso aquellos que no usaron armas ni uniformes pero participaron de alguna manera en la gran tragedia vivida por la nación en las últimas décadas.
Los guerrilleros recordaron que la guerra contra la insurgencia ha sido la más grande operación militar del gobierno colombiano y que ha contado con el apoyo de Estados Unidos, pero que esta también ha sido una guerra ideológica y mediática en la que se ha intentado deslegitimar el derecho del pueblo a la resistencia y se ha intentado “acallar la voz de los que reclaman un cambio”.
Por eso las garantías de seguridad no deben ser solo para quienes han participado directamente en el conflicto, sino también para los líderes campesinos y sociales. En ese sentido reclamaron la liberación de Carlos Belandia y otros cuatro jóvenes aprendidos recientemente por participar en protestas.
Recordaron además la necesidad de que el líder guerrillero Simón Trinidad, preso en Estados Unidos, participe de las operaciones de entrega de armas para lo cual debería ser liberado, tal como comunicaron al secretario de Estado de la nación norteña, John Kerry.
Los representantes de la Farc-Ep reiteraron su agradecimiento a los Estados garantes, Noruega y Cuba, especialmente a esta última, que durante más de 4 años ha sido la anfitriona de los diálogos y ha colaborado en todo lo posible, razón por la cual los líderes guerrilleros esperan que el acuerdo final sea firmado en La Habana y no en Colombia como anunciara ayer el presidentes Juan Manuel Santos.
Material Relacionado
