Lo que considera mala implementación de la Resolución 6/16 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y las afectaciones salariales producidas a los trabajadores son denunciadas en extensa carta a esta sección por Luis Ramón Torres González, secretario general del buró sindical de la unidad empresarial de base (UEB) Jesús Suárez Gayol, radicada en el holguinero municipio de Banes y subordinada a la Empresa Ferrocarriles Oriente, con asiento en Santiago de Cuba.
“Como sindicato y fiel representante de los trabajadores ya no tengo a dónde acudir. En el colectivo me reclaman lo que a ellos pertenece y no consigo una respuesta, y mucho menos atención a lo que está pasando, en franca violación de lo dispuesto en la ley”, destaca en el texto que acompaña con firmas de los afiliados, en representación de los 410 que conforman el colectivo y “ven afectados sus ingresos debido a la mala interpretación y aplicación de los sistemas de pago aprobados” en la citada norma legal.
Explica que el encargo estatal de la UEB es “la importante tarea de garantizar el transporte por ferrocarril de la caña y sus derivados de los cinco centrales azucareros en la provincia de Holguín”.
Como está establecido, dice, el plan de ingreso inicial del 2016 fue discutido y aprobado en el colectivo, pero posteriormente la dirección de la Empresa Ferrocarriles Oriente varió en dos ocasiones aquella cifra inicial sin el conocimiento y análisis con quienes tienen que ejecutarla.
Argumenta Torres González que la cantidad ratificada en asamblea fue aportar 4,6 millones de pesos, que subió en 2,5 millones y “en pleno término del balance del mes anterior, la entidad informa que por tercera vez consecutiva el plan de ingreso ha sido cambiado y se nos vuelve a elevar la parada, ahora en 1,5 millones (…) lo cual deriva en una lógica alteración de los indicadores”.
Según la misiva, lo más triste de la situación resulta que esos aumentos no cuentan con respaldo productivo y, además, de ellos solo conocieron cuando despacharon las informaciones del cierre de mayo en Santiago de Cuba.
La consecuencia inmediata es que les dejaron de pagar 116 mil 805 pesos, fruto del trabajo realizado en abril, y al reclamarlos les respondieron que les pagarían, lo cual vieron con preocupación, debido al último cambio del plan de negocios, señala.
Fundamenta su reclamación en algunos datos económicos, como que en abril cumplieron con todos los indicadores límites que se expresan en la Resolución 6, creando un valor agregado bruto de 394 mil pesos, que se debían distribuir a los trabajadores; sin embargo, la entidad solo autorizó el pago de 276 mil 205 pesos, con la consiguiente afectación salarial.
Desde entonces, recalca, como secretario general del buró sindical he reclamado sin resultado alguno ante las instancias posibles lo que se nos dejó de retribuir. Lo conocen en el sindicato provincial y nacional, en la Empresa Ferrocarriles Oriente y en su nivel superior.
Subraya que en toda esta batalla supieron que la empresa autorizó a pagar por la Resolución 17 estando la misma derogada (marzo 2016) por la Resolución 6.
No obstante la preocupación material, a Luis Ramón le inquieta la repercusión individual y colectiva en cuanto a comportamiento, porque demás está decir el descontento que prima en el colectivo por la situación descrita.
Todo ello lo motivó a enviarnos vía correo electrónico la misma carta en tres ocasiones, para asegurar que la recibiésemos, y a llamar por teléfono en igual número de veces para reafirmar lo escrito, una de las más recientes historias llegadas a nuestra redacción sobre la posible violación de lo normado en cuanto a sistemas de pago, en una ley que empieza a gatear y en cuya aplicación no deben permitirse ciertos desafueros que llevaron al fin de su predecesora.