En un partido complicado, de altibajos en el rendimiento y estadísticas increíbles, la formación cubana derrotó este viernes en cinco sets a su similar de Corea del Sur, en la apertura del grupo B del segundo nivel de la Liga Mundial de Voleibol 2016, ocurrida en Osaka, Japón.
Según expresa la hoja de anotación, la tropa de Rodolfo Sánchez se impuso en los dos primeros sets con pizarras de 33-31 y 25-18, pero cuando se enfilaba hacia la solución rápida del encuentro cedió por 14-25 y 22-25.
El tie break prometía entonces un duelo a muerte entre ambos contendientes, pero los asiáticos se «desinflaron» y Cuba selló la victoria con tanteador desequilibrado de 15-6.
Tal y como había anunciado el DT nacional, su plantel alineó con los centrales Luis Sosa y Liván Osoria, el pasador Ricardo Calvo, los auxiliares Osniel Melgarejo y Osmany Uriarte, el líbero Yonder García y el opuesto y capitán Rolando Cepeda.
Pero las complejidades del duelo le llevaron a aplicar algunas variaciones, como el ingreso momentáneo de Javier Jiménez en el parcial inicial, y la presencia como cambio de Abraham Alfonso en todos los parciales.
El cruzado Dariel Albo también recibió minutos de juego en los segmentos uno y tres, y actuó como titular para el definitivo quinto set, a todas luces debido a la baja en el rendimiento del internacional Cepeda.
Y es que más allá del triunfo, este debut dejó a las claras que los principales hombres del elenco no andan nada bien todavía (algo entendible por el desgaste en sus ligas profesionales), lo cual reclamará eficiencia y calidad a la banca.
Las evidencias de esto es que el pasador Calvo terminó siendo nuestro máximo anotador (14 puntos) luego de cinco sets, seguido por el central Luis Sosa (12), Cepeda (11), Uriarte (11) y Melgarejo (10), los tres últimos llamados a liderar este acápite por incursionar por las esquinas del trazado.
En términos generales hay razones para celebrar y preocuparse…
Para el brindis vale destacar los 16 bloqueos logrados, ocho de ellos a la cuenta de un Calvo «desconocido»; también los nueve tantos por directo con el servicio; las 22 defensas; el positivo funcionamiento del acomodo y la afectación de la recepción rival hasta el 33,33 por ciento.
Los focos rojos deben situarse en el ataque, con un global de 46,73 por ciento, y rendimientos destacados solo para Osoria (7 en 12 intentos), Sosa (12 en 16) y Albo (3 en 4). La recepción propia fue un verdadero desastre, al anotarse de modo excelente en solo el 24,71 por ciento de las ocasiones. Y los errores no forzados volvieron a ser demasiados: 38 en total, 7,6 por set.
Tales desniveles deberán resolverse este sábado en el difícil compromiso ante los japoneses, quienes despacharon este viernes a los finlandeses en apenas tres parciales.
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