Saúl es como nombran en Cuba el joven diplomático ruso Zaurbek A. Makaev. Cuando habla de su tierra natal sus palabras revelan una evidente alegoría al orgullo y sentimiento nacional que distingue a un patriota.
“En la prensa cubana, cuando se refieren a mi Patria, se le suele llamar el Gigante euroasiático”, dice en español
Si bien es cierto que Rusia es el país más extenso del mundo, con 11 zonas horarias y costas bañadas por 12 mares, “la grandeza no radica solo en su territorio, sino en el papel que desempeña en el ámbito económico, político y cultural a nivel mundial”, dice quien apenas lleva un año de labor en la Embajada rusa en Cuba, donde ha coincidido con otra joven colega, Maríya Feoktistova.
El andar de ambos es seguro, al hablar miden sus palabras, como es natural en aquellos de los que muchas veces depende el estado de las relaciones bilaterales entre las naciones.
Graduados en el año 2015 de la Universidad de Relaciones Internacionales de Moscú, los dos jóvenes agregados de la cancillería rusa conversaron con Trabajadores acerca de los festejos del 12 de junio en su país.
Saúl y María es la traducción de sus nombres al español, muy peculiares para los hispanos, y el último más bien “popular”, tal y como alude sonriente la joven cuando se presenta.
La nostalgia aparece cuando pregunto por cómo festejarán el Día de Rusia en Cuba: “Llamaremos a nuestros padres, hablaremos con nuestros amigos”, dice Maríya, y abre más sus ojos claros esperando mi aprobación, lo que revela su timidez.
Razones para sentirse orgulloso
Una encuesta citada por la agencia de noticia Spútnik constató que los rusos incluyen sucesos del pasado y personalidades del presente entre los rasgos prestigiosos de la nación. Según publicó este medio, hace 3 años aproximadamente, los acontecimientos de la última década que despiertan sentimiento de orgullo son, en primer lugar, los Juegos Olímpicos que se desarrollaron en el 2014 (7%), el mejoramiento de la calidad de vida y el crecimiento económico (6%); el aumento del prestigio del país internacionalmente (5%) y el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas (3%).
El desarrollo de la ciencia, el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC), el estudio del espacio y de otros avances fueron otros de los motivos; además del orgullo de tener como compatriotas al presidente Vladímir Putin (9%); al ministro de Defensa, Serguéi Shoigu (6%), al pediatra Leonid Roshal (4%), así como a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial (6%), deportistas (4%) y científicos (3%).
Saúl y María no son ajenos a estas motivaciones. Quizás lo que más puede inquietarles es la imagen de su país ante el mundo. “La nación rusa siempre ha estado abierta al mundo y ha esperado que el mundo esté abierta a ella”, expresa el joven en su intervención ante los presentes en el Instituto de Amistad con los Pueblos, La Habana, donde recordaron los lazos de amistad que unen a ambos países. En este momento se refieren a Cuba y a la acogida que han tenido en la Isla.
