Santa Clara recuerda a Fidel mucho antes del Moncada. Fue en esta ciudad donde el líder de la Revolución ensayó la autodefensa que años después lo consagraría para siempre: La historia me absolverá.
El 14 de diciembre de 1950 se constituyó en audiencia pública la sección primera de la Sala de Justicia de Las Villas para celebrar el Juicio de Urgencia número 543. Los acusados eran los jóvenes Enrique Benavides y Fidel Castro Ruz. El defensor del primero sería el abogado santaclareño Benito Besada; en cambio, en medio del juicio Fidel saldría del banquillo de los acusados, se pondría una toga y asumiría su propia defensa.
Los sucesos que provocaron este juicio ocurrieron en la ciudad de Cienfuegos, territorio que pertenecía a la entonces provincia de Las Villas. Fidel tenía 24 años y asistió a un acto organizado por el estudiantado cienfueguero en protesta de medidas tomadas por Aureliano Sánchez, ministro de Educación para esa fecha. Fidel y Benavides fueron acusados por incitar a los estudiantes a manifestarse.
En varias ocasiones el abogado Besada, quien fue compañero de estudio de Fidel cuando cursaban la carrera de Derecho, relató lo sucedido durante la sesión. Rememoró el paso firme y enérgico de Fidel al entrar a la sala. Su mirada inquisitiva, su verbo resuelto y fluido y el silencio profundo del público.
Besada explicó que había preparado la defensa de Benavides a partir de varios elementos que sabía le darían la absolución a ambos acusados. Pero Fidel comenzó diciendo: “¡Yo Acuso!” Al intervenir denunció los desmanes del gobierno, la corrupción, las faltas de garantías constitucionales, la malversación, lo que complicó la situación y puso en tensión la sala.
La deliberación del tribunal fue larga y en ese intermedio, Besada le dice a Fidel: “El juicio iba saliendo bien, pero se nos enredó, creo que habrá condena”; entonces le contesta: “Benny, no importa lo que pase, estas cosas había que decirlas y las dije…”
Los involucrados en la causa 543 fueron absueltos por el Tribunal de Urgencia de Las Villas. Tres años después, por los sucesos del Moncada, Fidel se convierte de acusado en acusador, pero en Santa Clara estuvo la cimiente de esa estrategia. En Villa Clara el acontecimiento es recordado cada 14 de diciembre entre los hechos que marcan significativamente la presencia de un hombre invencible.