Todos los que conocen la carrera deportiva de la garrochista cubana Yarisley Silva estaban esperando la noticia. Más allá de dificultades y tristezas, su ascenso al liderazgo de la especialidad en la temporada dependía solamente de su fuerza interior y de esa relación íntima que sostiene cada día con su pértiga, poniendo oídos siempre —eso sí— a su entrenador.
Y el momento llegó a escasos 61 días de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: la víspera en el estadio Alexander, de Birmingham, Inglaterra, la pinareña voló por encima de los 4,84 metros y se adueñó de la sexta parada de la Liga del Diamante 2016.
Silva, subcampeona olímpica y líder mundial bajo techo y al aire libre, superó en primeros intentos las alturas de 4,50 y 4,60. Luego requirió dos ejecuciones para batir los 4,70 y tres respectivamente para mirar desde lo alto la varilla sobre 4,77 y 4,84.
La marca ganadora fue anotada, además, como nuevo récord para la Liga, dejando atrás el 4,83 impuesto por ella misma en la fase de Londres el 26 de julio del 2013.
Lo mejor de Yarisley previo a la cita de Birmingham era una marca de 4,60, lograda en el Mitin de Ostrava y en la quinta etapa diamantina disputada en Roma, Italia.
Las medallas de plata y bronce correspondieron esta vez a la griega Ekaterini Estefanidi y la suiza Nicole Büchler, capaces de sobrevolar los 4,77.
La próxima aparición de nuestra flamante saltadora ocurrirá probablemente en la novena fase de la Liga, programada para el 15 de julio en Mónaco.