La selección masculina cubana de voleibol cedió la noche del viernes ante su similar de Estados Unidos, en cuatro mangas, en el primero de dos partidos amistosos bilaterales con sede en el coliseo de la Ciudad Deportiva habanera.
Luego de imponerse categóricamente en el set inicial por 25-21, los representantes de casa descendieron paulatinamente su nivel de juego y cayeron de forma seguida por 21-25, 18-25 y 22-25.
El DT Rodolfo Sánchez inició el partido con el opuesto Rolando Cepeda, el armador Ricardo Calvo, los centrales Luis Sosa y Liván Osoria, los auxiliares Javier Jiménez y Osmany Uriarte, y el líbero Yonder García.
John Speraw, por su parte, colocó sobre el trazado a su estelar cruzado Matt Anderson, al pasador Kawika Shoji, los centrales Max Holt y Rusell Holmes, los auxiliares Reid Priddy y Thomas Jaeschke, y al líbero Erik Shoji.
El parcial inicial mostró un accionar cubano bastante equilibrado en todos los órdenes del juego y un liderazgo claro del capitán Cepeda, quien anotó siete tantos mediante ataques, algunos de ellos en momentos clave del segmento.
La buena recepción permitió que Calvo distribuyera balones a su antojo, hallando buenos dividendos mediante Osoria, Sosa y Jiménez. Pocos errores propios condujeron también a la sonrisa.
Mientras, los estadounidenses flaqueaban en varios trances del juego, tanto a la ofensiva como en el servicio, y parecía en verdad que aún no abrían sus turbinas, sino que trataban de encontrarse sobre la cancha.
Esa misma situación se mantuvo en los compases iniciales del segundo período, ante lo cual Speraw respondió con un movimiento audaz al sentar en el banquillo a Anderson y llevar al mondoflex al experimentado Murphy Troy, quien junto a Priddy imprimieron otra dinámica a su selección con potentes servicios y efectivos ataques.
También, debe decirse, los «bombarderos» norteños empezaron a atacar con el servicio y Cuba comenzó a «hacer aguas» en la ejecución del complejo uno de juego.
Para peores problemas, cuando los visitantes dijeron a funcionar apareció la presión en nuestro lado del trazado y todo lo demás se desarticuló, a decir el bloqueo, el acomodo y el saque, elemento este último que dejó de arriesgarse estando en desventaja.
La tercera manga enseñó la peor cara cubana, al punto de que Sánchez dio descanso a Cepeda, Calvo y Uriarte, pensando en renacer durante la cuarta manga y porque sus rendimientos no andaban nada bien, sobre todo el del jugador auxiliar, quien jamás se sintió a gusto con su desempeño.
Para el cuarto período volvió al terreno la formación titular, capaz de hacer frente de tu a tu a los rivales solo hasta poco después del primer tiempo técnico. En lo adelante regresaron todos los fantasmas y el partido —con alguna que otra escaramuza— avanzó hasta la victoria estadounidense.
Habló de escaramuzas porque los suplentes lograron pegar el período en sus postrimerías, gracias a buenas acciones de Dariel Albo, Sosa y Osniel Melgarejo.
Lo apreciado en la sala capitalina se ajusta en verdad a lo esperado, pues este es el primer choque que efectúa nuestra mejor selección luego de cerrada la etapa de los torneos a nivel de clubes.
Las clavijas se irán apretando poco a poco y quizás el lunes venidero se logre un mejor accionar. Estados Unidos, recordemos, es uno de los monstruos del voli mundial desde hace varios años.
En lo que a estadísticas se refiere vale destacar que Priddy anotó 18 tantos, por 12 Jaeschke y diez Troy y Holt. Por Cuba el máximo anotador fue Cepeda (13), seguido por Sosa (11) y Jiménez (10).
En términos globales, Cuba atacó para discreto 37,29 por ciento; logró seis bloqueos y 27 rebotes; cinco puntos directos por servicio; 42 acciones defensivas y un pésimo balance en el recibo, con solo el 23,75 % catalogado de excelente.
Estados Unidos trabajó de forma superior en todos los indicadores.