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Lo primero que habría que decir es que aunque lleva el nombre de la principal urbe cubana, no es solamente de ella, sino de todo el país y de todo el planeta.
El Festival Internacional de Poesía de La Habana —la festividad poética cubana más sostenida, convocada por la Asociación de Escritores de la Uneac, la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Dirección Provincial de Cultura de La Habana y el Centro Cultural CubaPoesía— arribó este año a su XX aniversario, tras haber realizado en esas dos décadas más de 4 mil acciones poéticas en el territorio nacional, protagonizadas por más de 2 mil poetas de diversas latitudes, con el saldo de otros miles de amantes de la literatura que han disfrutado la oportunidad de entrar en contacto con relevantes autores nacionales y extranjeros.
El cónclave del 2016, con nutrido programa capitalino del 23 al 28 de mayo en centros culturales y sociales, tuvo un preludio de 20 días de lecturas de poemas —a cargo de bardos del patio y de un sinnúmero de escritores de otras latitudes— en todas las provincias cubanas, acción poética denominada CubaPoesía Itinerante.
Detallar lo que se hizo a favor de la elevación espiritual en la semana habanera del 23 al 28 —que evocó a esa trascendente figura de las letras hispanoamericanas que es Rubén Darío, y se dedicó también a los estudiantes—resulta imposible aquí por razones de espacio. Pero un testimonio de la vocación humanística de toda la agenda es el hecho de que su inicio fue el Encuentro Mundial de Poetas en Defensa de la Humanidad, con un panel denominado Poesía y acción ciudadana, una intervención del poeta Antonio Guerrero en representación de los Cinco Héroes, y la acción Cantar de Alejandro, con lecturas de textos poéticos en homenaje a Fidel por sus 90 años.
Numerosas instituciones sirvieron de sede a los diferentes momentos de estos días de versos en la capital: la propia Uneac, la Casa del Alba y la Casa de la Poesía de la Oficina del Historiador, entre otras entidades.
En medio de las numerosísimas opciones temáticas, nuestra estrofa nacional, la décima, tuvo su presencia, entre otros encuentros, con el espacio teórico en que el Doctor en Ciencias Filológicas Virgilio López Lemus, profesor de larga trayectoria y poeta, versó sobre las estructuras clásicas en la poesía contemporánea, y el poeta Pedro Péglez González, presidente del Grupo Ala Décima, abordó la existencia de más de una decena de agrupaciones espontáneas de escritores decimistas que trabajan articuladamente y matizan la actualidad de esta modalidad en Cuba. También acogió la Uneac la Fiesta de la décima, canturía y escritura, en la cual ofrecieron sus versos repentistas y escribas, entre ellos varios laureados con el Premio Iberoamericano Cucalambé, como Liliana Rodríguez, Alexander Besú y Miguel Mariano Piñero.
Ya concluida la programación del Festival en La Habana, no ha finalizado esta inmensa fiesta del verso y la elevación espiritual mediante la expresión lírica, pues el cónclave tendrá un epílogo del primero al 5 de junio en la Sierra Maestra, con el tradicional Festival Al sur está la poesía. Los participantes, durante el trayecto hacia ese territorio montañoso, harán escala en Santa Clara para visitar el Memorial Ernesto Che Guevara, y en Sancti Spíritus y Ciego de Ávila para intercambiar con escritores y amantes de la literatura en esas ciudades.
