Tradicionalmente convocada hasta el día antes de tan emotiva efemérides e incluso hasta el siguiente, esta vez Arte para Mamá concluyó 72 horas antes. “En años anteriores iba con mi madre a Pabexpo en la víspera o el mismo día, para que ella escogiera allí su regalo de acuerdo con mis posibilidades económicas. Esto posibilitaba que seleccionara lo que realmente le hacía falta o lo que más le gustaba recibir en tan hermosa celebración”, dijo Lilia Tejeda, trabajadora del sector de la salud.
Otras muchas personas aguardaban hasta el final “en espera de recibir el salario del mes, pues hay que reconocer que los precios de estas ferias son altos si es que se quiere comprar algo de calidad”, afirmó Disney Zamora, maestro de la enseñanza primaria.
Para los artesanos artistas que laboraron arduamente para llevar a este evento lo mejor de sus producciones, en general no fue una buena oportunidad para comercializarlas. En ediciones anteriores Pabexpo se mantenía abarrotado de personas, y esta vez no sucedió igual, situación que sin dudas tiene que ver con el poder adquisitivo de la mayoría del público que allí concurre, compuesto por lo que suele llamarse “cubanos de a pie”.
Con su acostumbrada organización de este tipo de exposiciones, a través de Arte para mamá el FCBC ofertó productos que no se adquieren con igual calidad en las tiendas del comercio nacional en divisas o moneda nacional. Sin embargo, muchos no visitaron la gran exhibición confiados en que su apertura se prorrogaría —como en otras ocasiones— unos días más, tal vez hasta la víspera de la sensible celebración familiar; lo cual no fue posible debido a compromisos de trabajo de Pabexpo con otras instituciones, que exigió el cierre del espacio en la fecha previamente acordada.
Pienso que en ediciones venideras, no debe obviarse que Arte para Mamá surgió como un gran muestrario de técnicas, diseños y tendencias artísticos artesanales con profundas raíces en la cultura nacional, especialmente pensado para las madres cubanas en su centenario y arraigado festejo del segundo domingo de mayo.
Desde su origen hace 12 años, esta feria alcanzó popularidad, al punto de convertirse en la oportunidad más esperada para satisfacer de forma útil gustos y preferencias de las familias en ocasión de la emotiva evocación de las madres, a las que en este día entregamos algún presente que venga bien para su uso personal o doméstico, en concordancia con la “capacidad” de nuestros bolsillos.
Por tal motivo, en el aunado esfuerzo del FCBC y el resto de las instituciones del Ministerio de Cultura que en su organización intervienen, con la participación de Pabexpo, deben de tenerse en cuenta esas premisas y priorizar el tradicional periodo de funcionamiento de este igualmente beneficioso encuentro entre los creadores y el público. Su culminación, como siempre ha sido, debe mantenerse hasta el propio Día de las Madres o la víspera.
De no ser posible restituir ese interés inicial, debido a coincidentes compromisos del gran recinto ferial de Playa, entonces valdría la pena que el FCBC, su principal promotor, analizara la probabilidad de trasladar a Arte para Mamá para otra u otras sedes, incluso más próximas al centro de la capital. Si no existe la disponibilidad de un área tan extensa como Pabexpo, podría analizarse la apertura de dos segmentos expositivos, alternativos y quizás cercanos entre sí, en los que se aglutinaran diferentes ramas de la artesanía artística.
Antes de instalarse definitivamente en Pabexpo, en sus comienzos esta expo venta transitó por varias sedes. Al enfrentar de nuevo adversidades como las relacionadas con la significativa fecha de su clausura, sería conveniente continuar ese periplo. No puede verse Arte para Mamá como el cumplimiento de un objetivo más dentro del programa anual del FCBC, sino como la continuidad de una feria que se supone debe tener su mayor efervescencia justamente alrededor del Día de las Madres o en esa misma fecha, tal y como esta vez lo esperó el gran público para el cual fue creada.