«Inútil era rogarle que moderara sus esfuerzos y atendiera su salud. Era lo único en que este militante modesto, dócil y disciplinado, desatendió los ruegos de sus compañeros y las exhortaciones de su Partido…”, sentenció Fidel en las honras fúnebres de Lázaro Peña González.
En el mismo panegírico, aquel fatídico 12 de marzo de 1974 cuando sus restos mortales recibían digna sepultura, Fidel enfatizó: “(…) No venimos propiamente a enterrar a un muerto, venimos a depositar una semilla”.
Ahora acudo a la retrospectiva para honrar su memoria, este 29 de mayo fecha en la que el indiscutible líder sindical cumplirá 105 años de su nacimiento, porque la muerte solo fue el desenlace natural de una vida comprometida con los intereses de los trabajadores, en combate frontal contra los abusos de la oligarquía nacional, en tiempo de República Mediatizada.
Al triunfo de la Revolución, el primero de enero de 1959, Lázaro interpreta la magnitud del cambio y diseña, con palabra y acción, el papel de los sindicatos en esa coyuntura, y enuncia como piedras angulares la representación, la organización, la movilización y la participación consciente de los colectivos laborales en la construcción de la nueva sociedad, reafirmando los principios de la unidad y la educación económica, cual eslabones fundamentales para alcanzar la victoria.
Con total entrega, Lázaro funda un sólido currículo que trasciende el universo de la isla después de jugar un papel protagónico en la fundación de la Confederación de Trabajadores de Cuba (1939), de la que llega a ser secretario general; y, descuella en organizaciones internacionales como la Confederación de Trabajadores de América Latina (1938) y la Federación Sindical Mundial (1945).
Y esa semilla, sembrada en la tierra fértil de la Patria, germina hoy con singular fuerza, en hechos que develan el compromiso de las actuales generaciones con la continuidad de su obra, que en estos tiempos tiene un escenario complejo que precisa acudir a ese caudal de sabiduría para evitar retrocesos.
Así se le recuerda en Las Tunas y el movimiento sindical busca mecanismos para imbricar sus enseñanzas y sumarlas como una fuerza más para enfrentar los retos que supone edificar una sociedad próspera y sostenible, objetivo que precisa del liderazgo de los trabajadores.
Por eso, en estos días sus memorias recorren los centros laborales en matutinos especiales que le recuerdan y la figura de Lázaro andará, este domingo, animando jornadas de trabajo voluntario en los principales polos fundados para producir más alimentos.
Este 29 de mayo, los tabacaleros festejarán con júbilo y resultados superiores, no puede ser de otra manera, su día, asociado a la fecha de nacimiento del Capitán de la clase obrera cubana y a sus orígenes humildes vinculados a este sector.