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Una herramienta para lidiar con el cambio climático

Yusniel Alberto Núñez Acosta.
Yusniel Alberto Núñez Acosta.

El ingeniero Agrónomo Yusniel Alberto Núñez Acosta está  convencido de que no es posible aspirar a la adaptación al cambio climático y disminuir su impacto alejados de la ciencia.

Por esa razón, el también máster en seguridad biológica, desde sus responsabilidades como especialista principal del grupo Científico del Centro Meteorológico Provincial, de Las Tunas, aboga y promueve el empleo de los estudios agrometeorológicos como una herramienta idónea para reducir vulnerabilidades y asumir los retos que impone este proceso natural irreversible y de alcance global.

Pero, ¿en qué consisten esos estudios?

Tiene la respuesta a flor de labio y sin acudir a ningún tratado explica: “Son investigaciones científicas que incluyen análisis y seguimiento  rigurosos del comportamiento de todas las variables climáticas y el estado del tiempo asociado a las mismas en cada región del territorio.

“Estas instituciones en el país brindan, entre otros, esos   variados servicios, que en nuestro caso suman 10 y, aunque todos reportan utilidades   al sistema agropecuario, hay tres especialmente diseñados para este sector,  que son   los   boletines agroclimáticos, propiamente dichos; el suplemento de sequía y el que trata la influencia del clima en los cultivos, este último es un estudio que realizamos a solicitud de los clientes.

“Son, en sentido general, instrumentos operativos y tienen un soporte tecnológico moderno que reduce el margen de error, pues nos auxiliamos en información satelital, de radares y de mapas. Los interesados, tanto personas jurídicas como naturales, pueden hacer la contratación y elegir la forma de sus entregas para las que utilizamos el correo electrónico, y directamente al solicitante, en soporte digital o impreso.”

¿Cuáles son las ventajas que proporcionan?

“Permiten adelantarse a los fenómenos atmosféricos pronosticables, de mucha incidencia en las áreas dedicadas a la  producción de alimentos, y minimizar los riesgos en la salud humana y animal, porque tributan saberes que devienen herramientas insustituibles para mitigar vulnerabilidades.

“Sus resultados posibilitan conocer el comportamiento del tiempo y del clima, y ayudan a una mejor adaptabilidad a los cambios, que ya nos afectan, y, entonces, dirigir las actividades hacia un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales, incluidos   los financieros; y, en caso de catástrofes, pueden utilizarse como documentos legales que amparan  a los productores con cultivos asegurados.

“Contribuyen, además, a organizar mejor los proyectos de desarrollo de producciones agroalimentarias, los esquemas de cultivo y el manejo de las reses y otros animales, que son vitales en el propósito de alcanzar la autosuficiencia en estos renglones, una de las metas de la nación cubana.”

Es imprescindible defender la producción de alimentos con las armas de la ciencia.

Pero,  hay otros trascienden ese sector…

“En sentido general, sirven para adoptar las mejores decisiones en múltiples escenarios, pues son útiles en la protección de medios informáticos, en la elección de sitios con potencialidades de  generación de electricidad a partir de fuentes renovables   como el viento y el sol; y, además, a la planificación física en la ubicación de lagunas de oxidación y crematorios, sin que agredan el entorno y molesten a las comunidades, entre otras bondades.

Sé que estas prestaciones tienen divulgación por los medios y sé de sus gestiones para motivar a los clientes potenciales, sin embargo…

“Es escaso el interés por acceder a esos servicios. Hemos llegado con la propuesta a empresas del territorio, pero hay poca receptividad    en los casos  del Azúcar, Agricultura y Granos, y la Anap. Hay, también, buenos ejemplos en la Salinera, de Puerto Padre; Seguro Estatal; Geominera, de Camagüey; Eléctrica y Sanidad Vegetal, cuyos directivos reconocen los beneficios que les reportan estos estudios.

“Las actitudes negativas develan  falta de percepción de riesgo y de previsión, pues muchos alegan no disponer del presupuesto porque no incluyen  partidas para la contratación en los planes anuales, algo que quizás estén a tiempo de corregir, ahora que se discuten el plan y el presupuesto para el año venidero”, reflexiona Yusniel.

Y vale la pena repensar las estrategias y pronunciarse en este sentido en una provincia severamente castigada por intensas sequías, donde hace falta asumir desde la ciencia el desarrollo.

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