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¿Pelota joven la Sub-23?

José Adolis García conectó el hit decisivo. foto: Ricardo López Hevia
José Adolis García sobresalió en la pelota sub-23. Foto: Ricardo López Hevia

 

La defensa de la tercera edición del campeonato de béisbol sub-23, iniciado este domingo, no contradice para nada que todavía reserve dudas y preocupaciones cuando escucho expresiones como “la tan necesaria pelota joven” o “el objetivo fundamental es desarrollar jugadores para la venidera serie nacional”.

Lo alarmante no es que exista un torneo para peloteros con juventud y edad ideal para mostrar sus cualidades, sino que en las categorías juveniles, sub-15 y sub-18, se juegue tan poco e incluso torneos provinciales hayan sobrevivido a duras penas por la falta de pelotas en los territorios y algún que otro desaguisado organizativo.

Esa pelota es tanto o más joven que la sub-23 y hace falta mirarla con proyección certera y no como laboratorio. Si alguna urgencia impera es jugar mucho béisbol desde los 10 años en adelante, porque los fundamentos técnicos que se van aprendiendo en esas edades son vitales para llegar a la élite, es decir, las series nacionales.

Aciertos visibles en la versión iniciada este domingo son los juegos nocturnos donde estén las condiciones, aumento de la cobertura televisiva, radial y online a través de www.beisbolcubano.cu, la posibilidad de entrenar en sesiones matutinas y la suma de ex-estelares jugadores a las direcciones de equipos: Luis Ulacia (Camagüey) y Robelquis Videaux (Guantánamo).

También se respira mayor organización y aseguramiento en cuanto a uniformes y estadios. Sin embargo, el sistema competitivo vuelve a privilegiar a los líderes de los cuatro grupos para avanzar a la semifinal y no a los cuatro elencos con más éxitos en la clasificatoria. Eso resta cierto atractivo a la lid y fragmenta la calidad. Una fórmula intermedia pudiera ser que los tres mejores punteros (en promedios de ganados y perdidos) aseguren directo el cupo a la penúltima fase, mientras el peor cabeza de grupo y el segundo lugar con más sonrisas definen el cuarto boleto en un partido de muerte súbita.

Es cierto que el promedio de edad de nuestras series nacionales baja cada año y apenas sobrepasa hoy los 25 años; sin embargo, lo trascendente y singular de este certamen sub-23 es su naturaleza de torneo pertinente, con rivalidad enconada entre los conjuntos, así como oportunidades y entrega para más de un jugador (José Adolis García, Lázaro Ramírez y Héctor Ponce, entre otros, sobresalieron allí y son parte de nuestra preselección nacional).

Preferimos el término pelota talento al de pelota joven. Apostamos a mejores números defensivos, mayores jugadas tácticas, pitcheo más dominador y bateo de tacto y fuerza. Si eso ocurre habrá público, aplausos y espectáculo. Cualquier otra historia sería un ponche cantado para un evento necesitado de carreras y jonrones, de muchos jonrones de todos sus actores.

Primeros resultados: HAB venció a ART 4×1; VCL a MAY 3×1; MTZ a CFG 4×0; CAV a CMG 10×5; SSP a LTU 7×5; SCU-HOL fue sellado; PRI-IJV no celebrado.

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