Bajo el “pie forzado” de la comunicación, como un proceso que transversaliza el quehacer de cualquier organismo o institución, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ana María Mari Machado, participó en un intercambio con los periodistas, consciente de que más de una interrogante sería difícil de abordar no solo por la complejidad de la actividad que dirige, sino por las características profesionales del auditorio.
No obstante —sin desprenderse de la ternura que le acompaña y haciendo gala de su dominio sobre la labor del Parlamento y del Poder Popular—, respondió con soltura las preguntas realizadas por los colegas de diferentes medios de prensa, algunos de ellos Premios Nacionales de Periodismo José Martí, como los profesores Hugo Ríus, Miriam Rodríguez y Gladys Egües.
Esta vez invitada a participar en el espacio Catalejo —iniciativa que de manera mensual convoca a personalidades de la Cultura y los medios a un diálogo con los hacedores de la prensa— Mari Machado comentó los principales problemas que inciden hoy en la labor de la Asamblea; los logros, las perspectivas, y el Programa de Atención Integral al Perfeccionamiento del Poder Popular.
Luego de su intervención —que asumió las características de intercambio—, las consideraciones de los asistentes estuvieron relacionadas con la conveniencia de hacer más visibles las acciones de los diputados y la Asamblea entre una y otra sesión; el empleo de las nuevas tecnologías por parte de los dirigentes en la comunicación con la ciudadanía; la necesidad de hacer más públicos los debates, sobre todo aquellos que ocurren en el ámbito de las comisiones permanentes de trabajo.
Asimismo Gladys Egües, de la revista Mujeres, habló de la importancia de crear nuevos métodos que acerquen más la labor del pueblo a la de los funcionarios.
La Upec, una aliada en materia de comunicación
En las palabras introductorias, la Vicepresidenta resaltó la trascendencia de las cuestiones aprobadas durante el VII Congreso del Partido, y la importancia de la prensa en relación con el necesario acompañamiento que requiere la labor del Poder Popular (desde la instancia municipal hasta la nacional), para hacer efectiva la gestión de gobierno.
Aseguró que las transformaciones que en la actualidad se efectúan están encaminadas a consolidar el socialismo que los cubanos estamos construyendo y abordó, detalladamente, lo que la Asamblea hace en materia de comunicación, con el objetivo de perfeccionar su labor y defender nuestro sistema político, que es “perfectible, autóctono y eminentemente popular”.
Explicó que desde el inicio de esta VIII legislatura, según un diagnóstico realizado, se comprobó que en la gestión del Parlamento faltaba un componente no solo estructural, sino de acompañamiento de las labores de comunicación e información, que coadyuvara a divulgar aún más su gestión.
Por eso —dijo— estamos trabajando por hacer más efectivo el funcionamiento del Poder Popular y de los órganos locales, pues somos un sistema, desde la Asamblea Nacional hasta las provinciales y municipales y, aunque no hay una relación de subordinación entre unas y otras, sí existe desde el punto de vista metodológico.
Comentó la actualización del área de divulgación y la conformación de un equipo en el cual intervienen periodistas y comunicadores sociales, que a la vez tienen relación con otros especialistas, por ejemplo, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior de Diseño.
Todo esto —afirmó— lo hemos denominado Proyecto Patria, cuya responsabilidad es conformar la estrategia de comunicación de la Asamblea Nacional (también de las provinciales y municipales), incluido su manual de identidad.
Señaló que en la tarea de visibilizar todo lo que se realiza se están dando los primeros pasos, y enfatizó que la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) es una de las aliadas principales en esta estrategia.
Al subrayar la importancia de la comunicación aseveró que resulta vital la que se establece con la ciudadanía, así como la sensibilidad de las personas que asumen responsabilidades en el Poder Popular, sobre todo los delegados y las delegadas, entes fundamentales en el camino hacia la institucionalización del país.
El presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, ha hablado del significado de esta estrategia de comunicación, pero además en nuestro accionar nos han ayudado los planteamientos del VII Congreso del Partido, los objetivos de la Primera Conferencia y los Lineamientos, destacó.
Esencial conocer nuestro sistema político
Expuso algunos elementos del Programa de Atención Integral al Perfeccionamiento del Poder Popular, que se viene poniendo en práctica desde el pasado año, el cual —precisamente— contempla desarrollar una estrategia de comunicación que permita el intercambio con los electores, las administraciones, instituciones y organismos en cada nivel.
Estamos hablando de la consolidación de nuestro sistema político, de la defensa de un Partido único, y de todo lo que se vincula a este ejercicio de participación popular, a fin de que las personas opinen, ya sea en las reuniones de rendición de cuenta, los despachos u otros escenarios de las organizaciones políticas y de masas.
De igual manera reconoció que falta cultura del debate, pero si algo tienen los cubanos y las cubanas son espacios para opinar y participar. “Es complejo —indicó— pero lo esencial es conversar, escuchar, intercambiar, extraer un consenso. Eso también nos hace falta desde el Poder Popular”.
Declaró que no hay que esperar una convocatoria de elecciones para realizar una campaña de comunicación, defender nuestro sistema o hablar sobre cómo se nomina o elige a una persona.
“Vivimos en un barrio, en una comunidad, donde todo el mundo evalúa al delegado, pero no podemos vincular solo su actuar a la solución de planteamientos. Es esencial conocer nuestro sistema político, qué significa ese espacio de participación directa que tiene el pueblo para quien lo representa en cada uno de los niveles”.
De ahí que no se reconozca la rendición de cuenta como el único espacio para “descargar” sobre lo que está pasando en el barrio y que quizás pudo haberse resuelto en el despacho con el delegado o en una conversación informal.
Abordó las experiencias puestas en práctica en las provincias de Artemisa y Mayabeque, y expresó que no hay que aguardar por sus resultados para hablar del perfeccionamiento del Poder Popular, hoy en una segunda etapa.
“Debemos aspirar —manifestó— a que quienes conduzcan las asambleas municipales y provinciales estén preparados. Si yo preguntara las insatisfacciones que podemos tener con la gestión del delegado, seguro son muchísimas”.
En ese sentido llamó a trabajar intencionadamente para que la población a la hora de proponer elija al más capacitado y, sobre todo, al que posee la vocación de servir. “Hay que lograr que no se seleccione al primero que se proponga, que a veces es el de menos condiciones desde el punto de vista de sus posibilidades, pero muchas veces los de mejor desempeño se echan para atrás”. Finalmente exhortó a aprovechar los procesos políticos, como el segundo proceso de rendición de cuenta que se desarrolla en la actualidad que es, sin duda, “un ejercicio directo de participación y democracia”.