El combatiente Luis Ramírez López cubría su guardia en la Brigada de Frontera, primera trinchera antimperialista de Cuba, cuando a las siete de la noche del 21 de mayo de 1966, disparos procedentes del territorio ilegalmente ocupado por la base aeronaval de Estados Unidos en la oriental región de Guantánamo le ocasionaron la muerte.
Fue la segunda víctima mortal de una política de provocaciones, violaciones y agresiones constantes, que ocasionaron graves lesiones a varios miembros de la fuerza encargada de preservar la soberanía del territorio no ocupado; la primera fue el soldado Ramón López Peña, también asesinado por disparos provenientes de esa instalación militar yanqui, el 19 de julio de 1964.
¿Quién fue Luis Ramírez López?
Hijo de campesinos pobres, había nacido en Hornos de Mojará, Guisa, Bayamo, en el oriente cubano, el 19 de mayo de 1944, y ante la necesidad de contribuir a la búsqueda del sustento familiar abandonó la enseñanza primaria cuando tan solo había vencido el tercer grado.
Laboraba como obrero de la construcción en la granja Orestes Acosta, en Bayamo, cuando el 25 de mayo de 1965 fue llamado a incorporarse al Servicio Militar Obligatorio (SMO), para lo cual se personó en la ciudad de Banes, al día siguiente.
Por su condición de vanguardia resultó seleccionado para integrar la Brigada de la Frontera, donde prestó servicios en la Compañía 5. En esta sobresalió por su gran interés en que los compañeros cumplieran conscientemente las disposiciones del mando y los ayudaba en cuanto le era posible. Su carácter alegre le granjeó la simpatía de todos.
Mentira imposible de sustentar
De forma calumniosa, agencias cablegráficas al servicio del imperialismo yanqui difundieron que el militar fallecido había violado el territorio de la base. En correspondencia con eso, el Pentágono emitió las declaraciones siguientes:
“Washington, mayo 27 (AP)
“Seis soldados cubanos se infiltraron en el perímetro de la estación naval de Guantánamo en la noche del lunes e intercambiaron disparos con los centinelas, dijo hoy el Departamento de Defensa. El portavoz dijo que los cubanos abrieron fuego contra los centinelas y que los defensores de la estación devolvieron los disparos. Los cubanos abandonaron entonces el territorio de la base, sin que aparentemente sufrieran ninguna baja.
“Este nuevo incidente se produjo sólo dos días después de que un centinela de la infantería de Marina diera muerte a un soldado cubano, quien, según se informó, traspasó la cerca que limita la base y luego huyó.
“Respondiendo a preguntas, un portavoz del Pentágono dijo que en lo que va de año se han registrado once incidentes semejantes. Un tercer incidente se produjo el 11 de marzo, cuando dos intrusos penetraron dentro de los límites de la estación naval, resultando posiblemente heridos por fuego de fusilería, pero logrando regresar al lado cubano de la cerca”.
Desde esa misma ciudad, con igual fecha, la UPI reportó:
“El secretario de Estado, Dean Rusk, declaró hoy que Estados Unidos protestará ante el gobierno de Cuba contra la penetración de seis soldados cubanos en la base naval norteamericana de Guantánamo el lunes.
“Señalando que este es el segundo incidente de esta naturaleza desde el pasado mes de marzo, Rusk manifestó en rueda de prensa que ‘los cubanos tienen que parar estos incidentes permaneciendo fuera de la zona. Será mejor para todos los interesados”.
La respuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ante tan cínicas declaraciones no se hizo esperar; en ella precisó:
“Primero: Que esta nueva noticia confirma la sospecha de que detrás del asesinato del soldado cubano el día 21 (…) puede estarse fraguando una agresión imperialista a nuestra patria.
“Segundo: Advertimos al Sr. Rusk y al gobierno de Estados Unidos que no se tome ni siquiera la molestia de presentar ninguna Nota Diplomática, porque con relación a nosotros no debe contar que nos prestemos a tomar siquiera en serio su burdo, cínico, asqueroso y repugnante formulismo con el que pretende cubrir un simple trámite de agresión basado, como en todas las agresiones a través de la historia, en las más impúdicas mentiras.
“El gobierno de Cuba, por tanto, ni siquiera concederá audiencia al Embajador suizo para considerar la mencionada nota.
“Tercero: Puesto que encima de las falsas implicaciones realizadas acto seguido del asesinato infame, el Sr. Rusk nos amenaza, prácticamente con la guerra, al afirmar que: ‘(…) los cubanos tienen que parar estos incidentes permaneciendo fuera de la zona, porque esto será lo mejor para todos los interesados (…)’.
“Y puesto que nosotros no podemos caer en actos y provocaciones que no hemos realizado jamás y de los cuales sí hemos sido víctimas sistemáticamente durante años, y por otra parte no vamos a abandonar la custodia de nuestro territorio (…) en las inmediaciones de la Base, lo que haremos de inmediato es poner a nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias y a todo el pueblo en Estado de Alerta.
“Cuarto: Esperamos que si el Gobierno de los Estados Unidos y la camarilla de facinerosos y asesinos que dirigen ese país, han fraguado ya o decidido llevar a cabo la agresión contra nuestra Patria no serán demasiado cobardes en decidirse de una vez, pues entendemos que lo que sí sería conveniente a los intereses de la humanidad es que el imperialismo yanqui cesara en sus criminales agresiones, o los pueblos se decidan a frenarlo o destruirlo al precio que sea necesario”.
La falsedad de las imputaciones del Gobierno de Estados Unidos fue corroborada por 30 periodistas de dieciséis países que, en compañía de Ernesto Vera, entonces presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), arribaron el 26 de mayo a la Brigada de la Frontera para participar en una conferencia de prensa. El jefe de esa unidad, comandante Demetrio Montseny Villa, les detalló todo lo relacionado con el asesinato del joven combatiente, y al ser interrogado acerca de la versión ofrecida por el Departamento de Estado, explicó:
“La cerca está formada en realidad por 3 cercas, de 15 a 18 pelos de alambre de púas, tiene dos metros de alto; y arriba hay alambres de púas, además de matas espinosas del lado de acá. Corno se ve, para brincarlas hay que hacer un esfuerzo y además hay que picar el alambre. Si el soldado nuestro, como dicen ellos, recibió la voz de detenerse y siguió avanzando, ¿cómo es, entonces, que recibe el tiro por la espalda?
“Un hombre que va avanzando, que recibe la orden de detenerse jamás puede ser herido por la espalda, porque sencillamente está de frente a quién le hace el disparo. Esto demuestra que todo lo planteado por el Departamento de Estado es absolutamente falso. Debemos plantear aquí a los señores periodistas otro hecho que ustedes habrán de comprobar dentro de un momento allí mismo, y es que la Base está rodeada de minas. Nadie puede acercarse por allí sin ser volado”.
Seguidamente, en visita a la casamata donde cayó el heroico combatiente, los corresponsales pudieron ver la sangre por él vertida, incuestionable evidencia de que había sido asesinado en su puesto de guardia: Asimismo, les fueron entregadas fotos del cadáver en las cuales se observaban los orificios de entrada y salida del proyectil, y al ser conducidos a la línea divisoria pudieron cerciorarse de que ni tan siquiera una persona en buen estado físico, hubiese podido salvar los obstáculos que representaban la cerca y la alambrada, así como de la existencia de la zona minada por los yanquis, marcada por ellos con indicadores de color rojo.
El día 28, el líder de la Revolución cubana decretó el estado de alerta para todo el país.
Un testimonio de Fidel Martínez Machado, quien fungió como jefe de la Brigada de la Frontera de 1969 a 1973, señala:
“La muerte de Luis Ramírez López demostró que a la distancia a que nuestros hombres estaban los yanquis podían meter una bala por la aspillera de una casamata, y que desde estas no se cubría el sector de vigilancia para infiltraciones y exfiltraciones. Por ello, la mayor parte de las casamatas fueron abandonadas y comenzó a hacerse la guardia como antes, en el bosque; pero más alejada. Se pusieron guardias cosacas de 24 horas y volvieron las malas condiciones. Por ese motivo se aumentó el personal de la Brigada y se cambió el tipo de armamento”.
El 18 de octubre de ese año, al hablar una vez más en la Asamblea General de la ONU sobre las actividades que contra Cuba se perpetraban en la Base, el canciller cubano, Raúl Roa García, se refirió al asesinato de Ramírez López en estos términos:
“La desvergonzada desfiguración del hecho y la inventada irrupción de soldados cubanos en dicha base, con la finalidad de encubrir groseramente el crimen cometido, fueron claros indicios de la agresión que se fraguaba. La respuesta del pueblo y del Gobierno Revolucionario de Cuba a ese torvo designio la dio el Primer Ministro, comandante Fidel Castro, con una advertencia que desbarató la estratagema del Pentágono: ‘Si nos atacan, los combatiremos mientras nos quede un hombre o quede un pueblo en el mundo luchando con las armas’».