Santa Clara está engalanada. La ciudad del centro de Cuba, la de Marta y el Che, espera el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores rejuvenecida.
En sus calles y en los centros de trabajo ondean pancartas, banderolas, banderas cubanas y flores. Se prepara la fiesta el desfile multitudinario que agrupará a más de 140 mil trabajadores con sus familiares en la Plaza Comandante Ernesto Guevara.
Por las arterias principales de Santa Clara se anuncia la llegada del día alegórico al proletariado mundial y se realizan actividades que respaldan el acontecimiento, se ensayan congas, piquetes y los centros laborales empiezan a emular en sus respectivos sindicatos.
El ambiente de fiesta y compromiso es palpable, pues son varias las jornadas productivas enmarcadas para saludar el acontecimiento tanto en las labores agrícolas, en la industria como en la higienización. En los poblados y comunidades del centro del país se realizan actos concentraciones previos a la efemérides para respaldar las victorias de nuestro Socialismo y la Cuba que se hace gigante con la solidaridad, el internacionalismo y la cotidianidad de un pueblo en Revolución.
Así anda Santa Clara y su pueblo, gloriosa, vencedor de dificultades y obstáculos como lo llamó hace veinte años el líder históricos de la Revolución Comandante en Jefe Fidel Castro.