Después de un recorrido por 16 ciudades del país la 25 edición de la Feria Internacional del Libro Cuba 2016 puso este domingo, en territorio santiaguero, el punto final a su último capítulo.
El resumen de esta fiesta de escritores y lectores vuelve a confirmarla como un evento cultural que compulsa el acercamiento del gran público a la lectura como medio para el crecimiento espiritual.
Según precisiones de Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, la Feria en cifras deja un saldo de 1 millón 988 mil 413 visitantes, 856 mil ejemplares vendidos, con un precio promedio de 7.80 pesos, y 522 novedades editoriales.
La propia directiva reconoció el intenso intercambio con el público de los autores a los cuales se les dedicó el encuentro, Lina de Feria y Rogelio Martínez Furé, presentes en la clausura, y aseguró que resta continuar los esfuerzos por alcanzar más eficiencia en el proceso editorial, que no se incrementen los precios de los libros, y se haga mejor promoción literaria.
De manera especial destacó el modo en que el evento rindió honores al centenario de José Soler Puig, el 130 aniversario de la abolición de la esclavitud y los 90 años de Fidel, celebración esta última que tendrá, para el segundo semestre del año un regalo singular con la participación de más de 10 editoriales y la presentación de alrededor de 25 títulos de y sobre el líder de la Revolución.
Julián González, ministro de Cultura, presente también en la clausura, junto a las autoridades partidistas y gubernamentales de la provincia santiaguera, además de otras personalidades, aprovechó la ocasión para reconocer a todos los trabajadores del libro en cada uno de los territorios por hacer posible un jolgorio tan intenso.
En la Ciudad Héroe la Feria tuvo momentos de alta significación, dos de ellos la presentación del CD-DVD Un hombre y un pueblo, dedicado a Fidel Castro, y del libro Yo soy Santiago, título de impecable diseño e impresión, que resume en imágenes y testimonios el renacer de un ciudad en sus cinco siglos de existencia.