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Despide Santa Clara al doctor Erik Omar Pérez de Alejo

DSC05308Triste día en Santa Clara. Enlutada de blanco la ciudad.

Una manifestación de dolor aconteció en esta ciudad del centro del país durante la despedida al doctor Erik Omar Pérez de Alejo Quesada, quien falleciera  a causa del terremoto de Ecuador la pasada semana.

Trabajadores de  Salud Pública, estudiantes de medicina, y el pueblo en general acudieron a darle el último adiós al médico santaclareño que laboraba en el policlínico XX Aniversario.

El féretro, cubierto con la bandera cubana, rodeado de ofrendas florales y los estímulos por sus misiones internacionalistas cumplidas satisfactoriamente, reconocían sus incalculables servicios a la patria. También la guardia de honor realizada por colegas y las autoridades de la provincia, y Julio Ramiro Lima Corzo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el territorio, y Jorgelina Pestana, presidenta del gobierno, eran expresión de la valía personal y profesional del galeno.

En absoluta solemnidad, acompañaba, en estos momentos de pena y dolor a sus familiares, esposa y dos hijos, una peregrinación encabezada por  los trabajadores de la Salud Pública, desde  la Academia de Ajedrez, ubicada  en el centro de la ciudad,  hasta  la necrópolis de Santa Clara,

Además  estaban presentes estudiantes latinoamericanos de medicina, entre ellos un grupo de ecuatorianos que  agradecieron la ayuda de los médicos cubanos a su país en estos difíciles momentos y resaltaron que de no haber fallecido Erik hubiera sido uno de los que estuviera  ayudando en la recuperación de la zona afectada en  Ecuador.

En la despedida del duelo, el doctor Juan Carlos Dupuy, fundador de la brigada médica Henry Reeve,  resaltó la entereza del profesional, quien fue protagonista de tres misiones internacionalistas, Bolivia, donde por un tiempo brindó servicio en el consultorio de La Higuera, lugar donde cayera el Comandante Ernesto Guevara, Venezuela y Ecuador y  con sentida emoción concluyó: Misión cumplida, hermano, la patria te contempla orgullosa.

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