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Una prioritaria labor del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) ha posibilitado que por dos años consecutivos el municipio de la Ciénaga de Zapata, al Sur de la provincia de Matanzas, no registre mortalidad infantil ni materna.
El saldo lo califican de sobresaliente si se tiene en cuenta el olvido total que padeció esta región antes del triunfo revolucionario de 1959, que llegó a promediar en 1958 la tasa de mortalidad infantil más elevada del país para 12 meses, 75 por cada mil nacidos vivos.
A juicio de Dayamí Gómez La Rosa, responsable del PAMI, el resultado cobra mayor trascendencia debido a las propias características geográficas del mayor humedal del Caribe, con una extensión de 4 mil 520 kilómetros cuadrados y su población, algo más de 9 mil habitantes, es muy dispersa, lo que complejiza la atención a comunidades muy distantes las unas de las otras, como Santo Tomás, Cocodrilo, Ceiba o Guasasa.
Gómez La Rosa significó que ya es habitual que no haya muertes ni entre recién nacidos ni paridas en la Ciénaga de Zapata, un comportamiento que ha sido muy bienvenido en un momento en el que el territorio recuerda los 55 años de la histórica victoria en las arenas de Playa Girón, triunfo conquistado precisamente un 19 de abril de 1961.
La doctora pondera el desempeño de facultativos del sistema sanitario del lugar, núcleo central de un quehacer que incluye a sus 13 consultorios médicos, todos cubiertos con los médicos y enfermeras que necesitan, al igual que significó la eficiente labor de educación sanitaria entre los habitantes de la zona.
