La vida de Margarita Aurora Argüelles Arza ha estado marcada por momentos cumbres, por hechos trascendentes, dígase el ser la graduada más integral de la promoción de Ciencias Médicas en Santiago de Cuba en el curso 85-86, dirigir el Centro Nacional de Genética Médica de Venezuela y estar junto a Chávez en su inauguración, o liderear el registro cubano de malformaciones congénitas en la provincia.
Pero Magy, como casi todos la llaman, no solo brilla con estetoscopio en ristre, también sabe de compromisos de amor y militancia unido a su esposo, de responsabilidades con sus dos hijos, de horas entregadas por décadas, primero a la dirección del buró sindical, y luego al comité del Partido en el hospital infantil Sur de la ciudad heroína, donde trabaja.
Resultar electa hace pocos meses como miembro del comité provincial de la organización política le pareció uno de los mayores honores que ha tenido, mas el saberse delegada al VII Congreso del Partido fue, tal y como lo confiesa, todo un privilegio.
“No puedo tomarlo de otro modo, cada etapa de la Revolución ha sido distintiva, pero nadie puede negar que el actual contexto cubano tiene matices especiales en muchos órdenes, justamente en medio de ello al Partido le corresponde realizar su Congreso, que sin lugar a dudas es continuidad del anterior y de la Primera Conferencia, pero que a su vez, desde mi punto de vista, se convierte en un nuevo punto de partida, entonces, estar ahí, es una oportunidad extraordinaria”.
¿Cómo vislumbras esos cuatro días de sesiones en los que te corresponderá participar?
Los percibo con similar proyección a los momentos previos, es decir, los balances en los núcleos y comités, las asambleas distritales, municipales y a nivel de provincia, tuve la posibilidad de estar en varios de esos espacios y los debates fueron a las esencias, se enfocaron en los problemas más cardinales, tanto económicos como sociales, que preocupan y ocupan a la organización, espejo del sentir popular.
Estamos hablando de temas como el logro de una verdadera eficiencia en la producción y los servicios, el salario de los trabajadores, el enfrentamiento al delito, los precios de los principales productos, en especial los alimentos, la formación de las nuevas generaciones, todo ello en busca de hacer tangible ese socialismo próspero y sustentable al que aspiramos.
¿Cómo crees que el Partido pueda aportar a ese empeño?
Al Partido nada le es ajeno, eso algo más que una frase, es una realidad, pero la organización no es etérea, se traduce en el actuar de nosotros, los militantes, que estamos en todos los ámbitos, estatal y no estatal, entonces de nuestro liderazgo, ejemplo, exigencia, combate a lo mal hecho, diálogo esclarecedor… podrán generarse actitudes comunes que aporten al fin colectivo de vivir en un país que avanza y progresa.
Creo que como nunca antes hay que hacer realidad, con la necesaria influencia del Partido, esa idea una y otra vez dicha pero no siempre concretada, de que haga cada cual la parte del deber que le corresponde y nadie podrá vencernos.