Como una Tarea Linda, así llamaron sus creadores a la primera Enciclopedia Cubana, mil preguntas, mil respuestas, por el amor y el tesón que en esa misión pusieron y que estuvo inspirada en José Martí y en Fidel Castro. El sueño es hoy una realidad.
La utilidad formativa y cultural de la Enciclopedia fue destacada este sábado por el Doctor Carlos Sánchez Fernández, quien actuó como colaborador jefe de las mil personas que estuvieron vinculadas a esa hermosa tarea.
Al presentar la obra durante la clausura del II Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, Sánchez afirmó que la calidad de sus contenidos se debe sobre todo a que más del 65% de sus colaboradores tiene el grado científico superior y el restante 25 % posee un prestigio avalado por títulos de maestría, formación especializada de posgrado o años de experiencia laboral en su rama científica.
Dijo que los colaboradores se esforzaron con voluntad y empeño en lograr una obra de una amplitud inédita en el país, tanto por la claridad y atractivos de sus contenidos y edición, como por la belleza de su ilustración, diseño e impresión.
La enciclopedia, entregada de forma simbólica a la Unión de Jóvenes Comunistas, a la Organización de Pioneros José Martí y a las organizaciones estudiantiles, cuenta con cuatro tomos, el primero dedicado al Universo, el segundo a la Vida, el tercero a las Invenciones y el cuarto a la Sociedad.
Señaló que la estructura de esta enciclopedia no se ideó al estilo de los diccionarios enciclopédicos ni de una enciclopedia universal. “Se concibió siempre como una obra de divulgación”, y resaltó que un colectivo especializado seleccionó los contenidos con esmero y cuidado para conformar un ajiaco de prácticas y saberes, de herramientas e insumos para elevar la cultura científica de todo el pueblo, y se trató siempre de que el lenguaje y la forma de presentación de las preguntas y respuestas fuera atractivo y seductor.
Resaltó el apoyo de los colaboradores de seis organismos de la Administración Central del Estado, y 32 instituciones, sin tener una experiencia anterior en la confección de una obra similar. Está dedicada, apuntó, a “jóvenes”, desde 12 a cien años de edad.
La primera edición de la Enciclopedia Cubana tiene una tirada de tres mil ejemplares y está destinada a las principales bibliotecas públicas, las de los centros de Educación Superior, así como las instituciones de investigación e información del país.