Por Vivian Bustamante Molina y Ariadna Pérez Valdés
Los recursos financieros destinados a las inversiones grandes se tienen que poner también en función de solucionar los problemas tecnológicos de las empresas de diseño, afirmó el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, en una de sus intervenciones durante el encuentro celebrado en La Habana.
El también miembro del Buró Político insistió que debe generalizarse esa indicación a partir de consignarlo en los contratos, como ya ocurre con equipamiento necesario para incrementar la capacidad constructiva de las brigadas del Ministerio de la Construcción (MICONS) en obras priorizadas que se ejecutan o comenzarán en breve en varios puntos de la nación.
Esa es la fuente segura para la reconversión tecnológica que necesitan las empresas de proyectos, reiteró.
El tema fue promovido a partir de la exposición del primer proyecto realizado en Cuba empleando el Modelado de Información de Construcción, conocido por las siglas BIM, que utiliza un software dinámico de modelado de edificios en tres dimensiones y en tiempo real, lo que disminuye la pérdida de tiempo y recursos en el diseño y la construcción y aporta mayor eficiencia en las soluciones.
Con él ha sido proyectado el nuevo hotel Internacional de Varadero y el objetivo es que a corto plazo esa tecnología esté propagada, porque de lo contrario no se podrá dar respuesta el creciente proceso inversionista en el país y a las demandas en el extranjero.
Dentro de dos o tres años no se logrará trabajar sin tener incorporado ese tipo de diseño en ingeniería integral, aseveró el ingeniero René Villafaña, titular del MICONS, y ejemplificó que hoy países con menor desarrollo que Cuba cuando piden al ministerio colaboración en el campo de proyectos ponen como condición que dominen el BIM, de obligatoria utilización en algunos lugares.
Evidencia de la expansión de ese sistema es que hace tres años era empleado por solo el 13 % de las empresas proyectistas en el orbe, pero ha habido una acelerada implementación y la cifra creció hasta el 50 por ciento.
Se conoció que entre sus ventajas está que aumenta en más del 30 % la colaboración entre proyectistas e inversionistas, y en ese mismo porcentaje se reduce la elaboración de documentación, en tanto los costos de las obras pueden decrecer hasta un 20 por ciento. En general, el beneficio es para todo el proceso inversionista porque en la etapa de proyectos es donde dicen los expertos que se gana la pelea y existen más reservas para el ahorro y la eficiencia en la construcción.
Por esa y otras urgencias se insistió en desarrollar a corto y cuando más a mediano plazo, la capacidad intelectual que posee el Frente de Proyectos.
Hay que ser competitivos de manera integral, muchos de los profesionales de la rama han trabajado fuera de Cuba y están capacitados para hacer propuestas de soluciones que revolucionen el sistema constructivo del país, recalcó Villafaña.
También se discutió acerca de la autoridad del proyectista, encargado de plasmar en el llamado libro de la obra o control de autor, las observaciones de cómo se va construyendo la obra.
Según el Decreto 327 sobre el proceso inversionista, aprobado hace un año, el proyectista solo puede llegar hasta sugerir a quien financia la paralización de los trabajos si hay errores. Sin embargo, el consenso en la reunión fue que ese especialista, su empresa y hasta el Ministro pueden hacer valer su autoridad cuando hay mala ejecución constructiva. El inversionista es un representante del Estado y tiene que respetar el dictamen profesional porque permitir que se siga construyendo y derrochando recursos humanos y materiales puede ser penado hasta por la ley.
Marta Acosta, directora de la Empresa de Proyectos Varios, del MICONS, aseguró que en su entidad hay ejemplos de obras mandadas a detener por mala ejecución, y conoce que ha ocurrido otro tanto en algunos lugares, aunque los debates evidenciaron que no es algo generalizado.
La experta anunció que el próximo mes deben concluir un estudio de propuesta de salario escala para los proyectistas, un tema peliagudo, si nos atenemos a lo plasmado en el informe leído por el arquitecto Jesús Lacera Linde, que recoge los porcentajes de técnicos y especialistas que han salido del sector, entre otros motivos, por encontrar opciones monetarias más gratificantes.
Luis González, director de la Empresa de Servicios de Ingeniería de Las Tunas y con 30 años de experiencia como proyectista recalcó que el control de autor a las obras no puede suplir el control técnico.
El reto que tiene el Frente de Proyectos fue recalcado por el ingeniero Oscar Acuña Noriega, viceministro de Economía y Planificación, quien se refirió a que en el informe hay identificadas 18 deficiencias y varias no tienen solución en el propio órgano y ejemplificó el tema del salario, la conectividad, los problemas del proceso inversionista a gran escala, el éxodo y falta de fuerza de trabajo especializada.
Los problemas identificados no pueden dejar de ser solucionados a mediano plazo, subrayó. Por eso se insistió en la unidad y alianza para llevar a planos estelares una rama decisiva en el sector.
