Muy distinto al primer desafío, los cocodrilos yumurinos emparejaron a una victoria el match semifinal contra los vegueros pinareños, al vencerlos este domingo con pizarra 10-3, en un estadio Victoria de Girón que extrañó más público para apoyar a su elenco, único de los cuatro con podio asegurado.
El duelo de lanzadores entre el visitante Vladimir Baños y el local Jonder Martínez duró hermético hasta el quinto episodio, cuando ambos permitieron los primeros indiscutibles del encuentro, aunque en el caso del vueltabajero soportó, además, racimo de cinco anotaciones, a la postre decisivas.
Otra vez, el apagafuegos José Ángel García cumplió con lo que mejor sabe hacer y salvó su juego 200 en Series Nacionales —recordista de todos los tiempos— para no defraudar la confianza por la que fue sumado como refuerzo al conjunto matancero. Todo lo contrario ocurrió con Wilber Pérez, quien toleró las tres últimas de los anfitriones en el séptimo episodio.
Por cierto, la hazaña rubricada por José Ángel clasifica como una de las más elogiosas de cuántas puedan escribirse en la historia del béisbol cubano, pues además de este importante departamento sigue al frente de los juegos relevados en nuestros clásicos con 562. En ambos apartados su diferencia con los más cercanos perseguidores es bien elevada.
Volviendo al resultado dominical entre verdes y rojos, era el esperado un repunte local para emparejar una subserie que debe llegar a seis o siete desafíos, y en la que han primado hasta ahora la rivalidad y el vaivén clásico del pitcheo cubano: una de cal y otra de arena. Yoanni Yera y Erlis Casanova deben ser los abridores del martes.