El pago de la deuda externa a partir del ahorro de recursos, la reducción de los gastos en divisas y su repercusión en la macroeconomía nacional fueron algunos de los temas abordados con el académico José Luis Rodríguez García, quien agregó que el país debe avanzar en este esfuerzo financiero para que repercuta en el consumo de la población.
El también asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Ciem) explicó que una de las vías para alcanzarlo fue la disminución de la proporción de las importaciones en el producto interno bruto (PIB) al 17 % en el año 2014 con respecto al 32 % que existía en el 2008.
El pago de adeudos externos permite que nuestro país gane en mayor credibilidad financiera ante el mundo y pueda obtener créditos internacionales para incentivar la inversión extranjera y, por ende, el crecimiento de la economía nacional
“Para que crezca un 1% el PIB, las importaciones deben hacerlo entre un 2 y 3 por ciento. Hace dos años no era así, por lo que el ministro de Economía y Planificación, Marino Murrillo Jorge, planteó que para el 2015 debían crecer otra vez, lo cual fue un factor clave para alcanzar el crecimiento de un 4 % en este período”, refirió.
Este resultado obtenido el pasado año en la producción de bienes y servicios se logró a partir de renegociar y comenzar a pagar los adeudos atrasados con acreedores extranjeros como Rusia, México, el Club de París y, recientemente, mediante acuerdos adicionales de países que lo integran como Francia y Holanda.
Añadió el profesor que con anterioridad el Gobierno cubano no había podido iniciar el proceso de negociación, pues el país enfrentaba una situación de crisis en el período especial. Durante ese tiempo la economía nacional no pudo reproducirse sobre bases propias y alcanzar un equilibrio macroeconómico estable, por lo que era necesario obtener financiamiento externo para la sobrevivencia, motivo que atrasó el pago del 27 % de la deuda externa total, según estimados internacionales.
Holgura económica para Cuba
En un artículo publicado en el sitio digital Cubadebate, Rodríguez García –quien se desempeñó como ministro de Economía y Planificación en la década de los 90– destacó que la atención priorizada al tema del financiamiento externo en las actuales circunstancias nacionales e internacionales, forma parte del replanteamiento de la política económica vigente que busca garantizar la sustentabilidad en el proceso de desarrollo de nuestro país.
Como ejemplo mencionó los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, que incluyen soluciones, a corto y largo plazos, como punto de partida para las transformaciones sociales vigentes. Entre ellas se encuentran la eliminación del déficit de la balanza de pago, el incremento de la eficiencia y la productividad del trabajo y el desarrollo de la infraestructura indispensable para crecer.
Los cambios que suceden en Cuba como parte de la actualización del modelo económico, con directrices en los Lineamientos, contribuyen al proceso de negociación y pago de las deudas y a la creación de condiciones para el desarrollo sostenible en la nación.
“Específicamente lo podemos ver en la repercusión que ha tenido durante este período de implementación de los Lineamientos la nueva Ley fiscal y otra de inversión extranjera, una nueva forma de dirigir las empresas estatales descentralizadamente; así como la creación de las cooperativas no agropecuarias. Todo ello permite estabilizar el crecimiento del país a un ritmo que debe estar entre el 5 y el 7 % promedio anual en los próximos años”, según Rodríguez García.
De tal modo, opina el investigador, que el pago de las deudas incentiva las inversiones y coincide con uno de los aspectos en que más se ha avanzado en la implementación de los Lineamientos durante estos cinco años. No obstante, el proceso supone un costo a corto plazo que debe tomarse en cuenta, ya que limita la disponibilidad de recursos financieros de la nación.
Beneficios para la economía nacional
“Esto crea las condiciones para que el país tenga mayor credibilidad, pueda pagar la deuda en mejores condiciones y también asegurar un mayor acceso a la inversión extranjera; lo cual no tiene repercusión directa en la microeconomía porque se trata de adquirir recursos para invertir, cuyos resultados se ven solo a mediano y largo plazos.
“En el 2016 se van a pagar casi 5 mil 300 millones de dólares por concepto de servicio de la deuda y se espera retomar un 23 % más, lo cual da paso a una dinámica distinta porque permite obtener nuevos créditos.
La condonación de las deudas permitió avanzar en la implementación de los Lineamientos durante los últimos cinco años y crea las condiciones, a largo plazo, para una mayor holgura económica del país
Algunos de los resultados de la renegociación y el pago de la deuda es el crédito por mil 200 millones de dólares que otorgó Rusia para la rehabilitación de las centrales termoeléctricas de Santa Cruz del Norte y Mariel, además de otras obras industriales.
Resultados a largo plazo
“La condonación de las deudas también contribuye a aumentar el financiamiento de las compras externas necesarias para incentivar la sustitución de importaciones mediante las producciones nacionales de bienes y servicios.
“Algunos de los pasos más importantes están dados en el impulso a la inversión extranjera como es la creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel en septiembre del 2013, y las propuestas de las Carteras de oportunidad de negocios presentadas en la Feria de La Habana en el 2014 y el 2015, esta última versión con 326 proyectos priorizados para el desarrollo de la economía cubana por más de 8 mil millones de dólares”, explicó Rodríguez García.
En cuanto al entorno económico internacional agregó el especialista que un conjunto de factores no resultan favorables, “pues nuestros fondos exportables, como el níquel, el azúcar y el petróleo no muestran buenos precios hacia los próximos años.
“Por otro lado, sí resultan positivas las perspectivas del turismo que creció más de un 17 % el pasado año alcanzando más de 3 millones de visitantes, así como el acercamiento de otros inversionistas de países como España y México ante el nuevo escenario en las relaciones con Estados Unidos que ha decidido impulsar su presencia en Cuba”, amplió.
Refiere Rodríguez García, y coinciden con él otros especialistas, que aun cuando estos avances no tienen una repercusión inmediata en la población, crean las premisas indispensables para elevar gradualmente sus condiciones de vida a partir de los recursos que puedan disponerse para ello.
Es decir, que la estrategia financiera del país debe garantizar la sustentabilidad de la reproducción de la economía cubana con sus propios recursos y en el menor tiempo posible para un mayor nivel de vida de los ciudadanos.