Luego de más de medio siglo de un diferendo bilateral que estuvo a punto de convertirse en el pretexto para la Tercera Guerra Mundial, al menos eso afirman historiadores y testigos de la llamada Crisis de los Misiles, nadie podría negar que el tema de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, es un asunto serio. Superserio.
No obstante, luego del 17D, no han faltado en las dos orillas chistes, memes, canciones… El más reciente es el sketch humorístico del célebre personaje de Pánfilo, un anciano inmerso a las circunstancias en las que ha vivido el pueblo cubano en las últimos años, pero dotado de una ingeniosidad natural que le ha permitido chotear y satirizar todo lo que en su entorno se mueve.
Su más reciente aparición en las redes sociales lo pone conversando con el mismísimo presidente Barack Obama, quien le responde al teléfono desde la Casa Blanca.
El gesto, si bien comenzó en La Habana como ha contado Luis Silva, intérprete de Pánfilo, a Cubadebate, halló una positiva respuesta en la oficina de la presidencia de Estados Unidos, quien propició la grabación de un video de casi 3 minutos y medio que ha sido visto por miles de internautas en apenas 24 horas.
No es esta la primera vez que Obama recurre al humor como herramienta eficaz para la comunicación. Con él se ha ganado auditorios completos. Y no se descarta que algún asesor le haya comentado lo provechoso que sería, para acercarse al espíritu de los cubanos, un chiste oportuno, lejos del protocolo que su cargo podría inspirar.
“El cubano medio posee una notoria vis cómica, como todos los pueblos de rápida actividad mental””, retrató también Mañach en su Indagación del choteo, y esta capacidad para generar y aceptar el humor ha contribuido a definir nuestra identidad.
Numerosos psicólogos han coincidido en que entre las funciones del humor está facilitar la comunicación y la influencia social, aliviar tensiones y enfrentar los momentos difíciles y suele empleársele como una salida elegante para evitar ser superado por las personas o las situaciones.
Varios especialistas en comunicación y piscología aseguran que “muchas veces se utiliza para transmitir mensajes implícitos e influir en los otros, pues el humor es una forma particularmente útil en situaciones en las que un modo más serio y directo se correría el riesgo de ser demasiado confrontador, embarazoso o arriesgado. Por tanto, puede ser un medio para allanar conflictos y tensiones entre la gente”.
El chiste resulta entonces una herramienta muy útil para el presidente de una nación que se ha comprometido a cambiar de táctica con Cuba, sin renunciar a seguir goloseando la “fruta madura”.